Boletín Hoard's Dairyman en español



Avanzando hacia adelante en la digestibilidad de la fibra

por Ralph Ward




Durante más de 20 años los laboratorios han proporcionado datos sobre la digestibilidad de la fibra. Adoptar la tecnología ha sido un proceso evolutivo. Los sistemas in vitro de los laboratorios han mejorado. Las calibraciones empleadas en la espectroscopia de rayos infrarrojos medios (NIRS) se han vuelto cada vez más precisas. Nuestra comprensión acerca de cómo utilizar la información en la evaluación de la calidad de forraje y balanceo de las raciones ha cambiado y está trayendo beneficios adicionales a los nutricionistas y productores.

Con todos los retos y limitaciones que tiene la aplicación de la información sobre la digestibilidad de la fibra in vitro, ha tenido un impacto significativo, incluso diría profundo, en la nutrición lechera y la eficiencia en producción de leche. Las vacas, como rumiantes que son, están diseñadas para utilizar la fibra. Una verdad indiscutible es que la eficiencia en la producción de leche está relacionada con la calidad de la fibra medida por su “tasa” de degradación en la vaca. Entre más rápida sea la tasa de degradación de la fibra, la vaca consumirá más forraje, lo que generalmente resulta en mayor producción de leche.

En marcha a través del forraje

Actualmente hay muchos hatos que están promediando más de 41 kilos de leche diarios y alimentan con una ración que contiene un 60% de forraje. Este nivel de producción resulta porque hay muchas cosas en el establo que están funcionando bien. Y parte de eso es cultivar y dar de comer forraje de alta calidad.

Avanzando hacia adelante ¿cómo podemos mejorar la utilización de las herramientas que tenemos para analizar la calidad del forraje? Si la digestibilidad in vitro ha sido una herramienta clave, ¿cómo podemos mejorarla y hacerla más aplicable?

Nuestro enfoque actual es tomar la digestibilidad en fibra detergente neutro (FDN) en un punto determinado, como “30 horas”, y utilizarla para calificar los forrajes. Por ejemplo, podemos decir que un ensilado de maíz con una FDN del 59% a las 30 horas será más digestible que uno con 53% en el mismo momento, y esperaríamos que las vacas respondieran de diferente manera. Pero ¿es ese el momento correcto para utilizar la información?

¿Y si utilizáramos un parámetro de 12 horas, o consideráramos utilizar la fibra detergente neutro indigestible (FDNi) a las 240 horas? ¿En qué punto tendríamos menos errores? ¿Qué momento o momentos están más relacionados con la manera en qué verdaderamente funciona la vaca? Estas son preguntas frecuentes, la mayoría sin respuestas simples.

La digestibilidad in vitro es una función biológica que ocurre cuando la fibra es colocada en un cultivo ruminal, que es diverso en organismos y enzimas que desdoblan la fibra. Esta función es un deterioro de la fibra, que por lo general es muy uniforme y puede ser definida matemáticamente. En el cuadro está un ejemplo de un ensilado de maíz con 37% de FDN. La gráfica muestra el porcentaje de FDN en un momento dado. Los puntos individuales son los valores de NIRS, y la línea sólida es la representación matemática de la degradación de la FDN en un sistema in vitro.

Este modelo proporciona varias mejoras en comparación con el enfoque tradicional que toma un solo punto de análisis in vitro reportado por el laboratorio. Al utilizar el modelo para determinar los valores de digestibilidad de FDN, podemos mejorar la precisión de la información en cualquier punto que queramos evaluar.

Más datos sobre la gráfica

En el ejemplo, la digestibilidad de FDN en 30 horas de acuerdo al NIRS es de 72.9%, mientras que en el modelo el valor más preciso es de 70.1%. Los valores para la digestibilidad de FDN a lo largo del tiempo utilizados en el modelo están basados en una función matemática que utiliza más de 10 puntos NIRS para una mayor exactitud. Elaborar un modelo con suficientes datos del laboratorio nos permite ahora entender mejor la tasa rápida de degradación de la fibra, de la que teníamos poca información en los anteriores reportes del laboratorio.

La calidad del forraje impulsa la producción de leche eficiente y tiene impacto en las utilidades. La digestibilidad in vitro ha sido una de las piezas clave para entender la calidad del forraje y trabajar para mejorar su manejo. Los nuevos enfoques para la digestibilidad in vitro mejorarán nuestro conocimiento de la calidad del forraje y la manera de incorporar los forrajes en las raciones lecheras.



El autor está en Cumberland Valley Analytical Services.


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