Tenemos una vaca de exposición muy valiosa que recientemente fue diagnosticada con “cáncer ocular”. Es una Holstein de 5 años y hace poco quedó preñada (con 45 días confirmados la semana pasada) Hemos realizado fertilización in vitro con ella muchas veces, pero cada vez producía menos óvulos. Nos han hecho muchas recomendaciones distintas sobre si hacer una cirugía o no eliminar el ojo y cuál sería el pronóstico. ¿Ustedes qué piensan?
Wisconsin, H.C.
Aunque es menos común en razas lecheras, en comparación a razas de carne con “cara blanca”, el tumor al que muchos se refieren como "ojo canceroso" es en realidad un carcinoma de células escamosas, que generalmente afecta al tejido conjuntival del párpado superior, inferior o del tercer párpado. Ocasionalmente, puede afectar la unión entre la esclerótica (lo blanco del ojo) y la córnea.
Es importante diferenciar entre el carcinoma de células escamosas y el linfosarcoma ocular, ya que este último suele afectar al tejido ubicado detrás del ojo, provocando que el globo ocular se protruya, es decir, sale hacia adelante, en ocasiones de manera bastante notable (vea las fotos). Estos son realmente los únicos tumores comunes del ojo bovino, pero diferenciarlos es clave, ya que el pronóstico, especialmente a mediano y largo plazo, es muy distinto.
Con mayor frecuencia, el ojo canceroso se trata mediante la extirpación completa del ojo. Sin embargo, es relevante mencionar que las lesiones pequeñas de carcinoma en los párpados superior o inferior, o aquellas que solo afectan al tercer párpado, pueden ser tratadas mediante una escisión menos radical o incluso mediante quimioterapia tópica o crioterapia, con el objetivo de preservar el globo ocular y la visión.
El pronóstico después de la extirpación del tumor suele ser bueno. No se esperaría ningún impacto en la gestación actual. Las recurrencias pueden ocurrir, pero usualmente tras un largo período posterior a la cirugía inicial. Durante la cirugía, su veterinario probablemente palpará los ganglios linfáticos regionales y el borde óseo de la órbita, para detectar signos de diseminación, lo cual tendría un pronóstico menos favorable a largo plazo. Sin embargo, esta condición suele ser diagnosticada de manera temprana en el ganado lechero debido a la frecuencia con la que se les observa.
El linfosarcoma también puede tratarse quirúrgicamente, pero el pronóstico es mucho más reservado. Incluso sería cuestionable si la vaca llegaría al final de esta gestación sin que los tumores en otras partes del cuerpo se volvieran problemáticos.
Recomendamos la cirugía para el ojo canceroso en la mayoría de los casos, con la excepción de aquellos en los que se observa diseminación hacia los ganglios linfáticos o el hueso orbitario. La extirpación del ojo ofrece a la vaca la mejor oportunidad no sólo de llevar la gestación a término, sino también de tener buena calidad de vida a largo plazo.
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