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Cómo abatir el calor dentro de las casetas

por Morgan Oliveira. Interna editorial de Hoard’s Dairyman en 2024


Durante los meses de verano, existe una tarea que se vuelve prioritaria para todos los productores de leche: cómo abatir el calor. Es crucial mitigar el estrés calórico en todo el ganado lechero, incluyendo a las becerras alojadas en casetas. Jennifer Van Os, profesora especialista de la Universidad de Wisconsin, investigó las condiciones de temperatura dentro de las casetas de becerras. Posteriormente, en el seminario en línea de la Universidad de Wisconsin, enumeró una serie de recomendaciones para aliviar el calor.

Las dos metas críticas en las estrategias para abatir el calor, son reducir la ganancia de calor y promover su pérdida. Van Os y su equipo exploraron métodos de reducción de calor tanto de forma activa como pasiva, enfocándose principalmente en la ventilación pasiva y natural de las instalaciones. Para investigar las condiciones preferidas por las becerras, formaron parejas de becerras y las colocaron en un corralito con dos casetas. Una se consideró “no ventilada” porque solamente estaba abierta por el frente, mientras que la otra tenía varias entradas de flujo de aire. La segunda caseta se consideró “con ventilación pasiva” debido a la modificación del diseño de fábrica mediante la instalación de varias ventanillas circulares. Además, se mantuvieron abiertos el frente y la ventana posterior.

Durante las 10 primeras semanas de vida de las becerras, se midieron las temperaturas dentro de la caseta. Las valoraciones cubrieron los periodos predestete, destete y post destete. Los investigadores encontraron una declinación significativa de la temperatura en el microclima de la caseta con ventilación pasiva. Las dos becerras se colocaron entonces en el corral combinado, donde se monitorearon preferencias y comportamiento. Cuando estaban fuera de las casetas, las becerras presentaron tasas de respiración elevada y estrés calórico. Con tan sólo una hora dentro de la caseta con ventilación pasiva, la tasa de respiración de las becerras disminuía drásticamente, llevando a la conclusión de que las becerras sí se estaban enfriando con ese sistema de ventilación.

A medida que se monitoreó el comportamiento de las becerras, fue evidente que ambas preferían la caseta con ventilación pasiva durante los periodos de destete y post destete. Van Os señaló que “a medida que las becerras se están desarrollando y produciendo más calor corporal, van reconociendo la diferencia en el microclima de la caseta ventilada y responden a ello”. Sin embargo, en el periodo predestete, las becerras no mostraron preferencia por ninguna clase de caseta en particular. Van Os cree que este comportamiento se debe a la etapa de desarrollo de las becerras y que, en ese periodo, son indiferentes a niveles de calor variables.

Es importante señalar que las becerras prefieren la compañía, a menudo en parejas. El estudio reveló que incluso con dos becerras dentro de la caseta con ventilación pasiva al mismo tiempo, la temperatura general seguía siendo más baja, en comparación con la caseta sin ventilación.

La adición de ventilación pasiva en las casetas de becerras es una solución simple y eficaz que puede reducir el estrés calórico en las becerras lecheras. Las becerras son el principio de cualquier operación lechera y la ventilación adicional es una forma perfecta de ayudarlas a enfrentar el calor durante el verano.

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