Criamos vaquillas para dos establos distintos. Las vaquillas llegan cuando están listas para ser inseminadas o inmediatamente después de confirmarse la preñez. Están alojadas en corrales al aire libre y el comedero está separado mediante una valla.
A las dos semanas de su llegada, las vaquillas procedentes de uno de los establos empezaron con problemas en la piel. Les salieron unos bultos del tamaño de un chícharo (guisante). La parte de arriba de los bultos tiene una costra que puede desprenderse y deja un área de color rojo. La parte más afectada es el morro, es un poco menos grave en el cuello y se extiende hacia el pecho.
Este problema también ocurrió el año pasado por las mismas fechas, pero no requirió tratamiento. El control de moscas no ha ayudado mucho. ¿Qué está pasando y por qué solamente afecta a las vaquillas de un establo?
Minnesota D.H.
Con los datos ofrecidos, podríamos especular que se trata de dermatofilosis, una condición de la piel causada por Dermatophilus congolensis. Su veterinario puede confirmar el diagnóstico, examinando en el microscopio una muestra de la piel enrojecida enseguida de retirar la costra. En la tinción de Gram, D. congolensis se observa como una estructura larga, filamentosa, con líneas a lo largo del cuerpo que parecen travesaños de ferrocarril.
Otras consideraciones son sarna, ataque de moscas, levaduras u otras infecciones bacterianas. La confirmación del diagnóstico le ayudará a enfocarse en el tratamiento adecuado y controlar las opciones. Si los estudios iniciales para dermatofilosis dieran resultados negativos, sería apropiado realizar cultivos de cualquier fluido, pus o descarga obtenida de estas protuberancias o tal vez, remitir uno o dos para una biopsia.
Los factores relevantes que predisponen a su hato son muy probablemente el corral al aire libre, la lluvia reciente, las moscas y posiblemente las garrapatas. Existen razas con mayor predisposición, pero la susceptibilidad podría ser distinta entre los dos hatos debido al estado inmune o nutricional que tienen a su llegada, el transporte, otros factores de estrés y sociales, la densidad de las vaquillas u otros aspectos ambientales.
La piel saludable es una buena barrera para defenderse de las infecciones. Las instalaciones deben minimizar el impacto de la lluvia, calor del sol y otros problemas. Los cepillos también pueden servir. Debe proporcionar acceso a una ración totalmente mezclada de alta calidad, apropiada para vaquillas, y controlar las moscas. Revise los niveles de vitamina E y suplemente según las indicaciones.
Las vaquillas gravemente afectadas podrían requerir tratamiento con antibióticos. Incluso con tetraciclina, ceftiofur o peniliclina de efecto prolongado, se pueden requerir varios tratamientos.
El control de moscas también es necesario. En algunos hatos, ha funcionado utilizar tratamientos tópicos con yodo, plantas medicinales, insecticidas y preparaciones para la dermatitis. Trabaje de cerca con su veterinario para elaborar un buen plan de prevención, control y tratamiento.
La autora es profesora emérita de la Universidad de Wisconsin
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