Lo que sabemos sobre la nueva influenza aviar en ganado
por Keith Poulsen, D.V.M., Universidad de Wisconsin
Gran parte de la industria ganadera está hablando sobre esta enfermedad, que comenzó a afectar vacas lecheras en el suroeste de Estados Unidos, y se ha clasificado como influenza aviar altamente patogénica. ¿Debo preocuparme por mi establo? ¿Qué puedo hacer para proteger a mis vacas?
Muchos productores norteamericanos.
En los medios de comunicación se ha reportado mucha información sobre este nuevo síndrome, desde que el 25 de marzo de 2024, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos emitiera un comunicado. Veterinarios, expertos en diagnóstico y propietarios de establos, han estado trabajando en este problema y los resultados han sido contradictorios. La Asociación Americana de Médicos Veterinarios Especialistas en Bovinos sigue dirigiendo un grupo de trabajo que incluye a médicos, personal de laboratorio y asesores, para mantener actualizada la información, así como proveer recursos que ayuden a manejar los problemas de salud en los establos afectados.
La buena noticia es que actualmente tenemos un diagnóstico tentativo de la enfermedad. Estudios e información posteriores podrían cambiar las recomendaciones existentes para el manejo de la enfermedad en los establos. Inicialmente, se pensó que las vacas no contagiaban a sus compañeras de hato, sin embargo, en al menos tres hatos se ha reportado transmisión lateral de vaca a vaca. Todavía se piensa que las aves migratorias son la fuente de la infección y estamos trabajando para saber cómo se transmite la enfermedad entre vacas en producción.
No se ha reportado un aumento de mortalidad en las vacas afectadas. La mayoría recupera el nivel de producción de leche en unos 10 a 14 días, sin embargo, la producción sí disminuye, por lo que muchas vacas que no se recuperan deben desecharse.
En Estados Unidos, el Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) y el Departamento de Agricultura (USDA) han asegurado al público que los productos lácteos son seguros para el consumo humano, asumiendo que la leche se pasteuriza y la carne se cocina adecuadamente.
La mala noticia es que, aunque no tiene altas tasas de mortalidad como en la industria avícola, se trata de un nuevo hallazgo en la transmisión del virus de influenza aviar al ganado. Esto difiere de la columna que publiqué en Hoard’s Dairyman en 2022, cuando este brote comenzó en aves. Cualquier amenaza a la salud de las vacas y a la seguridad de los productos lácteos es indeseable, además perjudica la confianza del público en nuestra industria.
La industria lechera implica mover animales entre estados. Cada vez más, los reemplazos se crían lejos del establo, por razones de eficiencia y salud.
El mejor consejo que puedo dar es practicar un alto nivel de bioseguridad para cualquier animal que llegue al establo. Los recién llegados no deben estar en contacto con los animales del establo durante por lo menos 21 días, y se debe vigilar cuidadosamente la ingestión de agua y alimento. Si es posible, tome temperaturas rectales diariamente para monitorear la enfermedad.
Reporte a su veterinario cualquier aumento en la morbilidad (como complejo respiratorio bovino, diarrea o abortos). Los veterinarios deben contactar al laboratorio de diagnóstico para la recolección de muestras. Hay muchas vías para identificar este patógeno, incluyendo PCR en muestras de leche, hisopos nasofaríngeos, muestras de suero o sangre. Esté atento, porque las recomendaciones podrían cambiar cuando se tenga disponible más información diagnóstica y epidemiológica.
Nota de la editora: La semana anterior a la publicación de este boletín, el Departamento de Agricultura del estado de Wisconsin emitió un comunicado obligando a presentar un resultado negativo oficial en la prueba de HPAI, para poder movilizar al ganado lechero dentro del estado, principalmente aquellas vacas que participen en exposiciones ganaderas. Esta noticia resalta la importancia de mantener la bioseguridad en los establos para prevenir posibles contagios de esta enfermedad.
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