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Problemas en los partos de transferencia de embriones y fertilización in vitro

por Simon Peek, D.V.M.


Tenemos un hato pequeño de vacas Pardo Suizo. Nuestra meta es obtener 40 becerras mediante transferencia de embriones cada año. Normalmente, durante la gestación, tenemos los mismos problemas que con las otras vacas. Sin embargo, en el momento del parto, estamos teniendo más problemas con las preñeces por transferencia de embriones.

Por ejemplo, tuvimos tres fertilizaciones in vitro de la misma cruza, se implantaron el mismo día en vaquillas Holstein de estructura grande. La primera becerra nació sin problemas en la fecha esperada del parto. La segunda, nació cuatro días más tarde, fue un parto difícil, pero sobrevivieron la becerra y la vaca. La tercera nació quince días después de la fecha esperada de parto, y aunque tenía la presentación adecuada e intervenimos oportunamente, la becerra era muy grande y perdimos tanto a la becerra como a la vaca.

Hemos intentado inducir el parto con Lutalyse y dexametasona, pero nos hemos encontrado con una mayor incidencia de retención placentaria, dilatación más lenta y menor producción de calostro. Las cesáreas han tenido poco éxito, especialmente cuando son nuestro último recurso.

Tenemos tres preguntas:

1. ¿Qué determina el tiempo de gestación, la vaca o la becerra?
2. ¿Existen datos sobre la tasa de crecimiento diaria del feto después de la fecha esperada de parto?
3. ¿Hay alguna solución para estos problemas en el parto?

KENTUCKY R.S.

Lamentamos que tenga problemas con estas becerras tan valiosas, especialmente por la pérdida de la madre y la becerra. Es muy triste esperar nueve meses para perder ambos animales.

El control de la duración de la preñez es complicado y existen varios factores relacionados. Es aún más complicado cuando involucra a fetos obtenidos mediante técnicas de reproducción asistida (TRA), como la fertilización in vitro y la transferencia de embriones. En términos generales, la duración de gestación para becerros machos es más larga que en las becerras, pero tiende a ser más corta en las madres primerizas. Sin embargo, en esos casos, estamos hablando de unos cuantos días, no de las dos semanas que menciona.

La señalización para el parto procede del becerro, no de la madre, la glándula adrenal del feto influye sobre el estado hormonal de la madre para iniciar el parto. Por lo tanto, la condición de estrés en el feto es una probable razón para un parto prematuro, un problema contrario al que usted experimenta.

La duración de la gestación tiene cierta heredabilidad, por lo que la selección del toro tendría un papel en la duración de la preñez. Nuevamente, no al grado de que la preñez se extienda dramáticamente, y podría producir un becerro muy grande en una pequeña proporción de animales.

Desafortunadamente, los becerros obtenidos mediante TRA tienen un mayor riesgo para presentar el síndrome de descendencia grande. Algunos cálculos conservadores sugieren que por lo menos el 10% de los fetos obtenidos mediante TRA, tendrán este problema, elevando el riesgo de ser becerros demasiado grandes incluso si llegan a término. También se extiende la fecha esperada de parto, con un incremento en la mortalidad y mayores problemas de enfermedad y muerte para la madre.

Las razones para esta mayor probabilidad del síndrome en los becerros obtenidos mediante TRA apenas se está comenzando a investigar. Todavía no es posible identificar cuáles fetos tienen más probabilidades de presentar problemas en el parto.

En cuanto al crecimiento después de la fecha esperada del parto, no tenemos información práctica sobre ese tema y probablemente varíe considerablemente de un animal a otro. Generalmente, los criadores inducen a todas las madres recipientes en una cierta fecha, debido a experiencias similares a la suya y a la dificultad para predecir cuál grupo de fetos se excederá de la fecha del parto y será más problemático.

Los protocolos de corticosteroides y prostaglandinas son confiables para inducir el parto, pero trabajan mejor en gestaciones “normales”. Desafortunadamente, el síndrome del becerro de descendencia grande es difícil de prevenir. Los planes de inducción del parto requieren coordinación y trabajo de los veterinarios con conocimientos para realizar una cesárea. Cuando se utilizan vaquillas lecheras como recipientes, las preparaciones deben incorporar un plan para su manejo, así como el procedimiento quirúrgico y tomar en cuenta la mayor probabilidad de metritis y retención placentaria.

El autor es profesor en la Universidad de Wisconsin.


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