Recientemente, nació una becerra con una contractura de tendones en las dos patas delanteras. Le cuesta pararse y caminar sin ayuda. La becerra tiene una pezuña completamente doblada y se para apoyándola en la parte de enfrente, la otra pata no está tan mal. Parece como si anduviera de puntillas. ¿Alguna sugerencia para el tratamiento?
Wisconsin A.G.
Lamentamos mucho saber que su becerra tiene problemas. Una contractura severa en los tendones puede ser difícil de manejar y corregir, además de ser una fuente de incomodidad para la becerra.
Existen varios enfoques para el tratamiento, las intervenciones de terapia física pueden ayudar. Sin embargo, también debemos tener en mente el potencial de complicaciones secundarias, especialmente si la becerra invierte gran parte de su tiempo echada, debido a este problema. La recumbencia puede producir problemas de ingestión suficiente de calorías, así como elevar el riesgo de aspiración y llagas sobre los puntos de presión si no cuenta con material de cama suficiente.
Desafortunadamente, también existen algunos casos que son refractarios a toda clase de tratamientos. Eso sucede cuando el problema no solamente involucra los tendones flexores sino también otras áreas de tejido conectivo fibroso como la cápsula articular de la articulación del menudillo y, posiblemente, los ligamentos que la rodean.
Generalmente, los casos más viables para un tratamiento son aquellos donde se puede enderezar manualmente el menudillo con la becerra echada. Muchos de estos animales responderán bien a la terapia física continua y a una estimulación para ejercitarse, pero si no progresan en los primeros días, será necesario aplicar férulas de PVC para conseguir un efecto más persistente.
Idealmente, eso debería hacerlo un veterinario, al menos en un principio, para asegurar una colocación y vendaje correctos. Las férulas deben cambiarse y evaluarse cada semana y tal vez dos veces por semana al comienzo del tratamiento. La piel de la becerra es delgada y es relativamente fácil que la férula produzca llagas y suciedad en la piel o infecciones profundas si no tienen un vendaje adecuado, se caen o se colocan de forma incorrecta.
Si no hay progreso con las férulas dentro de los siguientes 10 a 14 días, entonces probablemente se requerirá cirugía y yeso para las extremidades. Ese es un enfoque mucho más caro y agresivo. Algunos casos muy difíciles tampoco responderán a ese tratamiento. Por lo general, se trata de casos en que, desde el nacimiento, no puede enderezarse la pata, incluso con el máximo de esfuerzo. Aun con los enfoques quirúrgicos importantes, algunos casos no tienen remedio y la becerra debe someterse a eutanasia para prevenir intentos prolongados y fútiles de corrección.
Aunque la oxitetraciclina tiene una reputación bien merecida para los potros con una contractura de tendones, no parece tener eficiencia confiable en becerras. Sin embargo, el uso estratégico de analgésicos antiinflamatorios puede ayudar a las becerras a mantenerse cómodas para ejercitarse y conservar su buen apetito.
El autor es profesor en la Universidad de Wisconsin
Para más información sobre este problema, está el artículo de Gerald R. Anderson “Los tendones contracturados se pueden arreglar”, en el número de julio de 2021 de Hoard’s Daiyrman en español.
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