Desde hace mucho tiempo se sabe que el ensilado de maíz es la piedra fundamental de la ración lechera, proporcionando energía valiosa procedente de la fibra, que difícilmente se puede reemplazar en la dieta. A lo largo de los años, los institutos de investigación sobre cultivos han invertido en estudios sobre el maíz, incluyendo selección de plantas y cruzamientos, longitud al momento de la cosecha y aditivos en el ensilado para mejorar la fermentación y la eficiencia alimenticia.
“El maíz es el productor de almidón más eficiente que puede cultivar un productor de leche”, describió el investigador asociado de la Universidad de Wisconsin José Varela. “Se pueden obtener entre 700 y 900 granos de maíz de una mazorca sembrando solamente una semilla en la tierra”, recalcó el especialista en el podcast de “Dairy Science Digest”, patrocinado por la Universidad de Missouri.
El experto y su equipo estudiaron cómo el tipo de grano afecta la disponibilidad del almidón durante el ensilaje. Las características del grano de maíz y la manera en que afectan la disponibilidad del almidón, podrían abrir la puerta a un mayor conocimiento, permitiendo a los productores de leche tomar decisiones más informadas sobre la variedad, manejo de la pila y análisis de nutrientes.
¿Qué puede diferenciar a las variedades de maíz?
Los sembradores de maíz han estado seleccionando para una mayor producción desde que el maíz fue descubierto como fuente de alimento para humanos y animales, produciendo un cambio en el grano que generó un alimento rico en energía y alto en almidón para el ganado. El endosperma o reservorio energético de la semilla, a menudo contiene por lo menos un 75% de almidón. El estudio de la estructura del grano a nivel microscópico, específicamente la matriz de proteína que envuelve el almidón, nos sirve para comprender cómo podemos conseguir una mayor digestibilidad del almidón. Eso podría ser la meta siguiente en las variedades de maíz para ensilar.
La vitreosidad del grano es una cualidad visual de la semilla, asociada con la cantidad y complejidad de la matriz de proteína que envuelve al almidón. Adjetivos familiares para la vitreosidad son harinoso, gredoso o blanco, en contraposición a compacto o duro. Estos adjetivos intentan describir la complejidad de las prolaminas o proteínas zeína que envuelven el almidón en una matriz, haciéndolo menos disponible en el rumen.
Es fácil que los genetistas de maíz midan cambios significativos en la vitreosidad del grano con variedades distintas o incluso con condiciones de crecimiento diversas, pero ¿se pueden medir esas diferencias después de la fermentación? ¿Qué pasa con la producción de leche por hectárea? Los científicos quieren estar seguros de que los esfuerzos valen la pena. A menudo, los cambios agronómicos en el grano han mejorado la condición del almidón, pero el rendimiento de la planta es menor. Los granos suaves, generalmente, tienen penalizaciones agronómicas:
• Menor germinación bajo condiciones poco favorables.
• Mayor incidencia de enfermedades fúngicas.
• Menor peso (densidad).
La fermentación rompe la matriz
La envoltura de la zeína es hidrofóbica o resistente al agua. Cuando están en el silo, estos granos de maíz están expuestos a casi un 65% de humedad. Además, los jugos del ensilado contienen proteasas, las enzimas que degradan las proteínas.
Para comprender cómo el ensilado modifica la disponibilidad del ensilado en el rumen a través del tiempo, el equipo analizó granos con envolturas distintas de zeína, a los 0, 1, 2, 4 y 8 meses después de la cosecha.
Varela confirmó que se observó una disminución casi lineal de todas las alfa zeínas, en todas las variedades, a medida que el maíz estuvo ensilado por más tiempo. Un menor nivel de alfa zeínas significa que el almidón ensilado estará más disponible en el rumen después de un mayor tiempo de fermentación.
Es fácil medir las alfa zeínas en el laboratorio y tienen una correlación estrecha con la digestión del almidón in vitro. El análisis de las alfa zeínas proporcionará al productor información valiosa para saber qué puede esperar del ensilado cuando lo ofrezca a las vacas, sin requerir ensayos más caros como pruebas de digestibilidad. Esto es importante porque, recientemente, las condiciones de sequía han hecho que los productores consideren suministrar alimento recién cosechado.
El ensilado que aún no se ha fermentado completamente, tendrá alfa zeínas, bloqueando el almidón en el grano, independientemente del procesado. Permitir que el ensilado fermente durante bastante tiempo, los datos sugieren 120 días o más, le asegurará una disponibilidad óptima de nutrientes para alimentar a su hato.
Potencial de inversión
El ensilado de maíz en el silo es como dinero en el banco. Entre más tiempo lo deje ahí, mejor. La biología de la fermentación libera los nutrientes, de modo que si normalmente pasarían sin digerir a través del tracto digestivo de la vaca, ahora puedan ser aprovechados para respaldar la lactancia y al hato en general.
Ahora es el momento de crear un inventario de forraje para el próximo año. Determine el tonelaje que tiene, calcule las mermas y establezca pautas para el 2024, de modo que la pila de ensilado libere la mayor cantidad posible de nutrientes para el hato.
La investigación está en el Journal of Dairy Science y puede consultarse aquí:
https://www.journalofdairyscience.org
También puede escuchar el podcast en inglés aquí:
https://reaganbluel.podbean.com
La autora está en el servicio extensionista de la Universidad de Missouri
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