Después de décadas de declinación en las características fenotípicas de fertilidad, debido a la selección para producción de leche, recientemente, la industria ha tenido mejoras en la tasa de concepción de vaquillas, tasa de concepción de vacas y edad al primer parto, así como un progreso moderado en la tasa de preñez de las hijas (TPH). “En general, diría que estamos haciendo un progreso favorable”, dijo John Cole, durante un seminario en línea de la Asociación de Becerras y Vaquillas Lecheras.
Eso indica que la selección para estas características específicas de fertilidad está funcionando bien, continuó el jefe de investigación y desarrollo del Consejo de Reproducción de Ganado Lechero (CDCB por sus siglas en inglés).
Cole explicó que las tasas de concepción se basan en preñez confirmada, específicamente, en el porcentaje de vacas inseminadas que quedan preñadas en cada servicio. La TPH se basa en los días abiertos. Por ejemplo, una tasa de preñez 1% más alta está correlacionada con 4 días abiertos menos. Reconoció que el CDCB asume un periodo voluntario de espera de 60 días, inferior a la realidad de muchos establos para sus vacas de mejor producción.
Cada productor tiene sus preferencias para elegir al toro, y las características de fertilidad están despertando mayor interés últimamente. Aunque la heredabilidad es baja, por lo que se deben hacer esfuerzos pacientes, Cole añadió que la buena noticia es el aumento en la correlación entre los parámetros de fertilidad.
“La clave aquí es que, si se selecciona para una característica de fertilidad, generalmente también se verán mejoras en las otras”, señaló.
Puede ser difícil saber en cuál característica enfocarse. Sin embargo, su correlación es útil. Cole también aconsejó el uso de los índices para aprovechar al máximo esta información. “Mi recomendación como genetista es ponerlos en un índice de selección”, dijo, mientras describía los distintos índices disponibles que el productor puede escoger de acuerdo a la situación de su establo. Si esta es la vía elegida, Cole aconsejó no establecer umbrales para características individuales, porque el índice ya ha tomado en cuenta la correlación entre ellas.
El sistema genómico de respaldo
No podemos hablar de mejora genética en ganado lechero en los últimos 15 años sin mencionar la genómica. Francisco Peñagaricano, profesor en la Universidad de Wisconsin, dijo que la genómica ha provocado el cambio más significativo en la industria desde la introducción de la inseminación artificial.
La genómica nos permite estimar el valor genético de un animal de la forma más precisa posible. Si no utilizamos la información genómica, nuestra mejor opción es el promedio de pedigrí. La confiabilidad de esta herramienta puede llegar hasta el 35%, pero también puede ser cero. Ese sería el caso si no tenemos información del pedigrí o lo que tenemos es incorrecto.
Con la genotipificación se puede predecir el mérito genético con una exactitud del 65% al 80%. La genómica eleva la confiabilidad de todas las características, pero es especialmente valiosa con las que tienen poca heredabilidad, como sucede con fertilidad, salud y longevidad.
Otra opción para predecir el valor genético sin la genómica, es analizar las habilidades de transmisión predichas (HTP’s) del toro, pero esa estrategia también tiene sus imperfecciones. “Está ignorando a la vaca, y la mitad del genoma viene de la vaca”, subrayó Peñagaricano.
Una estimación completa del valor genético permite a los productores enfocar sus esfuerzos de cruzamiento en animales que muestran el mayor potencial. Eso no solamente representa un mayor valor económico a corto plazo, sino que también ayuda a que la población lechera continúe mejorando en las próximas décadas.
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