Los sistemas de producción de leche varían ampliamente en todo el mundo. Las especies predominantes son los bovinos y los búfalos, pero también hay grandes cantidades de caprinos y ovinos, que también son utilizados para la producción de leche. El tamaño de los hatos varía desde una sola hembra hasta varios miles. Los sistemas de alimentación también varían, desde pastoreos extensivos hasta raciones integrales totalmente mezcladas. Los animales pueden estar completamente en pastoreo o totalmente confinados.
Para asegurarnos que esta guía sea totalmente aplicable, los principios que definen las mejores prácticas de manejo son genéricos. Como consecuencia, su enfoque es necesariamente la medición del éxito basado en resultados en el animal, más que el aporte de recursos al sistema.
En esta guía se identifican cinco áreas de acción clave que deben ser consideradas cuando se desarrollen e implementen sistemas de manejo de calidad para el bienestar animal:
• Conocimiento del ganado
• Alimento y agua
• Ambiente físico
• Prácticas zootécnicas
• Manejo de salud del animal.
Cada área de acción ha sido asociada con un grupo de principios que se pueden usar para definir más a fondo las mejores prácticas de manejo.
El bienestar de los animales en los sistemas de producción de leche puede ser evaluado monitoreando una combinación de medidas que indiquen el nivel de cumplimiento dentro de las cinco áreas. Estas serán medidas de qué tan adecuado es el sistema de producción para cubrir las necesidades de los animales. Se utilizarán parámetros de selección que deben ser específicos para el sistema de producción de leche que se esté considerando y pueden incluir los elementos siguientes:
• Observación del comportamiento del animal que indique estrés o angustia; por ejemplo, vocalización (mugido) excesiva debido a hambre o a privación de agua, peleas por la jerarquía en la escala social del grupo al mezclar animales de otros grupos, defecación en la sala de ordeño o mientras está siendo ordeñada la vaca, patear el balde o la unidad de la máquina de ordeño debido a procedimientos de ordeño dolorosos, aumento de la frecuencia respiratoria debido a estrés calórico, temor a los humanos debido a malos tratos.
• Evaluación de la calificación de condición corporal
• Evaluación de la calificación de locomoción
• Evaluación de indicadores fisiológicos relevantes (movimientos ruminales, temperatura rectal, frecuencias cardiaca y respiratoria, etc.)
• Evaluación de factores ambientales de estrés, como calor o frío excesivos, falta de un sitio en donde refugiarse, acumulación de heces y densidad de animales en los corrales.
• Presencia de lesiones, como raspaduras en los costados de los corvejones, úlceras abiertas u otras heridas.
• Evaluación del nivel de entrenamiento y habilidades de los vaqueros y disponibilidad de asistencia veterinaria.
• Evaluación de las condiciones del agua y comida para asegurarse que sean adecuadas para cubrir las necesidades de los animales
• Evaluación de los planes de manejo de la salud y registros de los tratamientos realizados en los animales.
En el próximo número: Conocimiento del ganado
Esta es la primera parte de una serie de seis artículos con información tomada y traducida de la “Guide to Good Animal Welfare in Dairy Production” publicada por la Federación Internacional de la Leche.
VISITE NUESTRAS SECCIONES
