A medida que las bebidas a base de plantas continúan dominando las conversaciones y ganan más espacios en los anaqueles de los supermercados, algunos consumidores han empezado a creer que las bebidas a base de plantas son la solución para mejorar su salud y la de todo el mundo. Para contrarrestar esta percepción, es importante compartir información de que las bebidas a base de almendras, granos o cocos, no se comparan con la leche de vaca, que es más nutritiva.
Hay cada vez más evidencia científica, que asocia el consumo de leche a un amplio rango de beneficios para la salud. Esto también presenta una gran oportunidad para la comunidad lechera para iniciar un nuevo diálogo sobre el valor de la leche y los productos lácteos para sostener la salud óptima.
Las familias de los productores y los procesadores de leche saben que la leche aporta un paquete único de nutrientes, con el que simplemente no se pueden comparar las bebidas a base de plantas. Es aún más importante reconocer los nutrientes como la proteína de alta calidad, la vitamina D y el calcio que se encuentran en la leche.
Al mismo tiempo, los investigadores en nutrición y líderes de opinión en salud, están descubriendo los beneficios más allá de la suma de nutrientes, haciendo que la leche y los productos lácteos, sean una parte integral de los patrones sanos de comida. El papel de la leche de vaca, como alimento funcional continúa siendo descubierto a través de la ciencia de la nutrición, revelando las propiedades únicas de la leche que sostienen el crecimiento y desarrollo de los niños, previenen enfermedades crónicas y otros problemas de salud.
El reporte del Comité Científico del 2015 asocia el consumo de leche y productos lácteos, en todas las edades, con un amplio rango de beneficios para la salud, que incluyen asociaciones bien estudiadas como el control de la presión arterial y la mejora en la salud de los huesos, hasta asociaciones nuevas como la reducción en el riesgo de diabetes tipo 2 y enfermedades cardiacas.
Además, los lineamientos de nutrientes para los americanos alientan el consumo de productos lácteos como parte de los tres patrones recomendados de comida sana, que son el patrón sano de consumo de alimentos acostumbrado en Estados Unidos, el patrón sano vegetariano de comida y el patrón sano de consumo de alimentos estilo mediterráneo. Los tres patrones ponen énfasis en el consumo de una variedad de alimentos a base de plantas así como de leche y productos lácteos, para cubrir las necesidades nutritivas y reducir los riesgos de enfermedades crónicas.
Sin embargo, mucha gente todavía no consume hortalizas, frutas y productos lácteos. En vez de eso, estas personas consumen dietas altas en calorías, pobres en nutrientes que los ponen en riesgo de resultados negativos de salud. Reforzar el papel crítico de la leche y los productos lácteos en una dieta sana, puede empoderar a la gente a hacer cambios pequeños que crearán hábitos sanos de comida para toda su vida.
La comunidad lechera tiene una historia poderosa para contar.
La leche y los productos lácteos ofrecen un paquete único de nutrientes que es diferente de otras bebidas, ayudando a las familias – especialmente a las familias con niños pequeños – a crecer óptimamente y desarrollarse cognoscitivamente, estableciendo fundamentos biológicos, fisiológicos y conductuales para que se desarrollen sanamente durante toda su vida. Al promover las cualidades nutricionales únicas de la leche, nos aseguramos que la leche y los productos lácteos sean valorados como la solución para la salud óptima y sigan siendo recomendados como parte de las opciones sanas de comida, que hay que ingerir todos los días.
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