Hay muchísimas investigaciones que relacionan el consumo de leche de vaca con beneficios para la salud. Aunque las alternativas o “pseudoleches” a base de plantas sean colocadas en los supermercados al lado del anaquel de la leche verdadera, estas alternativas no lácteas no proveen el perfil de nutrientes que contiene la leche de vaca.
Usted puede dar por descontado que la leche de vaca tiene una composición consistente, como lo refleja en su estándar de identidad o composición nutrimental mostrada en la etiqueta. En contraste, la composición de las pseudoleches varía con la marca.
Estas son algunas de las cosas que hay que tener en mente cuando usted ayuda a la gente a escoger lo que habrán de consumir:
• La leche de vaca es rica en ciertos nutrientes, como calcio, fósforo, riboflavina y vitamina B12. Las pseudoleches frecuentemente están fortificadas con estos nutrientes, ya que no los contienen de forma natural. De hecho, ningún alimento de origen vegetal contiene vitamina B12.
• La leche de vaca normalmente aporta proteína de alta calidad, que contiene el balance perfecto de aminoácidos necesarios para la nutrición humana. Desde luego, esto no sucede con ninguna de las pseudoleches.
• Los lineamientos alimenticios para los humanos recomiendan consumir tres porciones diarias de leche de vaca baja en grasa o descremada, como parte del patrón alimenticio para personas de nueve años o mayores. Sin embargo, actualmente se está generando información abundante que demuestra los beneficios de la grasa de la leche para personas de todas las edades. Por lo que las recomendaciones oficiales, ponderando la leche descremada como superior a la leche entera, seguramente van a cambiar en el futuro cercano.
• Las pseudoleches, incluyendo las fortificadas con calcio y vitaminas A y D, no están incluidas en el grupo de bebidas lácteas, porque su contenido nutricional en general no es similar al de la leche de vaca, según indican los lineamientos alimenticios oficiales en Estados Unidos.
• La Asociación Americana de Pediatría recomienda entre 450 y 675 mililitros diarios de leche entera para niños a partir del año de edad.
• Los lineamientos dietéticos marcan dos porciones de leche baja en grasa para niños de 2 a 3 años de edad y dos y media porciones para niños de 4 a 8 años. Aunque el nutricionista puede recomendar, en muchos casos, el consumo de leche entera según el índice de masa corporal de los niños.
• Las pseudoleches no deben ser la bebida principal para los niños. Esto de acuerdo a un comunicado conjunto de la Sociedad Pediátrica de Canadá y de la Asociación de Nutricionistas de Canadá. Estas bebidas pueden carecer de los nutrientes que necesitan los niños, incluyendo proteína y grasa. Los niños de uno a dos años deben consumir leche entera. Para los niños de dos a ocho años la leche de vaca es suficiente para cubrir sus necesidades de proteína.
“En caso de alergias, recomiendo a los padres consultar a un nutricionista para asegurarse que se cubran todas las necesidades nutricionales, incluyendo, proteína, grasa y calorías de acuerdo con la edad del niño”, dice la doctora Catherine Pound, pediatra y vocera de la Sociedad Pediátrica Canadiense.
• Un artículo de la Academia Americana de Pediatría recomienda a los padres consultar las etiquetas de las pseudoleches, ya que la cantidad de proteína y calorías varían con la marca y por lo regular son insuficientes para cubrir los requerimientos nutricionales de los humanos.
• En los adultos, los patrones de alimentación sanos, incluyendo alimentos bajos en grasa y o libres de grasa, están relacionados con reducción en el riesgo de enfermedades crónicas, como padecimientos cardiovasculares y diabetes tipo 2. El consumo de leche de vaca también está relacionado con mejora de la salud de los huesos, especialmente en niños y adolescentes.
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