Darles un buen comienzo a las becerras significa tener un programa nutricional que estimule la ganancia de peso en las primeras semanas de vida.
“Me gusta que las becerras comiencen a ganar peso en la segunda semana de vida”, dijo Bob James, profesor emérito del Tecnológico de Virginia y propietario de Down Home Heifer Solutions, un servicio de asesoría lechera. El especialista compartió varios factores que pueden ayudar a los establos a alcanzar sus objetivos. Su presentación se realizó en el marco de la Conferencia de Negocios de los Productores de Leche de Wisconsin de 2022.
Un programa de nutrición de becerras debe cubrir sus necesidades de mantenimiento y crecimiento, ayudándolas a alcanzar su potencial genético para crecer. James compartió que los requerimientos de mantenimiento son mayores para las becerras que para las vacas, de acuerdo a la proporción de peso corporal, y recordó que cuando el clima es más frío, se requieren más nutrientes para simplemente cubrir las necesidades nutricionales de mantenimiento. Si el alimento se limita, no habrá nutrientes suficientes para crecer.
James explicó que las becerras no comen mucho iniciador en las primeras semanas de vida, no importa qué tanto hagan en el establo para alentar la ingestión. Por lo tanto, la mayor parte de los nutrientes deben darse en forma líquida.
La leche entera tiene niveles más altos de grasa y proteína, y James dijo que está más completa desde el punto de vista nutricional. “El desafío está en mantener la calidad de la leche desde el pezón de la vaca hasta la boca de la becerra”, enfatizó.
En este proceso intervienen muchos factores que pueden fallar. “Debemos estar apasionados por mantener la calidad”, dijo.
En la mayoría de los casos, James dijo que la leche debe pasteurizarse antes del suministro. El equipo y mano de obra necesarios para hacer ese trabajo deben contabilizarse dentro del costo de suministrar leche de desecho.
James dijo que algunos productores dan leche de desecho porque tienen suficiente, y les parece que es una fuente de nutrientes gratuita. “No es gratuita”, explicó James. “A usted le cuesta producir esa leche”. Añadió que, si un establo tiene suficiente leche de desecho como para alimentar a todas las becerras, debe ser porque tiene otro problema y se debería revisar con el veterinario.
Si va a dar sustituto de leche, es necesario adquirir un producto de calidad. “Cuando abre la bolsa, quiere saber lo que está obteniendo”, dijo.
Un beneficio del sustituto de leche es que es fácil de utilizar. James recomienda que los establos pesen el polvo y el agua para que las comidas sean consistentes todos los días.
Tanto la leche como el sustituto tienen ventajas e inconvenientes y James enfatizó que “no hay absolutos”. Recomendó que cada establo revise su situación, así como los costos por kilogramos de ganancia de peso para determinar la opción que le conviene más.
Para el programa de becerras en general, es necesario cubrir los requerimientos de nutrientes para todas las semanas de edad proporcionando ingredientes de calidad. Dijo que se debe buscar morbilidad y mortalidad baja durante la crianza.
En cuanto a las instalaciones, “implemente un lugar que optimice la eficiencia de la mano de obra. Esa es la mejor inversión”, dijo James. También aconsejó desarrollar una mentalidad de gestión para las becerras, y recolectar los datos necesarios. Al final, propuso como objetivo tener personal contento, atendiendo becerras felices que crezcan bien.
La autora es editora asociada senior de Hoard’s Dairyman.
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