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Actualmente ¿puede funcionar la terapia selectiva?

por Abby Bauer


Según explica Daryl Nydam de la Universidad de Cornell, cuando su padre atendía establos, se recomendaba tratar todos los cuartos de todas las vacas al momento del secado. Desde la perspectiva de Nydam, no hay ningún otro protocolo que se haya adoptado más ampliamente en la industria que ese tratamiento. De hecho, una encuesta de 2014, del Sistema de Monitoreo de Salud de Estados Unidos, indicó que más del 90% de las vacas recibían tratamiento con antimicrobianos en el secado.

Este procedimiento se adoptó con entusiasmo y representaba un gran avance cuando la vaca seca promedio estaba infectada o tenía grandes probabilidades de contraer una infección. Según datos del año 1980, más de la mitad de los cuartos mostraban signos de mastitis subclínica en el momento del secado.

Cuando había un gran número de vacas infectadas, no valía la pena buscar cuáles necesitaban tratamiento y cuáles no. Utilizar antibiótico en todas, era una buena estrategia. Actualmente, algunos establos muestran que entre el 75% y 90% de los cuartos no tienen desarrollo bacteriano en los cultivos de muestras tomadas en el momento del secado. La salud de la ubre ha mejorado mucho. Por esa razón, algunos establos podrían elegir utilizar el tratamiento antimicrobiano solamente en algunas vacas.

El experto explicó también que los patógenos causantes de mastitis han cambiado. Streptococcus agalactiae era un problema grave, pero ya se puede eliminar fácilmente con los fármacos disponibles en el mercado. Staphylococcus aureus era otro gran problema, pero actualmente tiene menor ocurrencia.

Además, los selladores de pezones, una herramienta comúnmente utilizada actualmente, no estaban disponibles hace unas décadas. Ahora tenemos muchas opciones y Nydam dijo que funcionan muy bien para prevenir infecciones nuevas durante el periodo seco.

Nydam agregó que existen varias razones por las que los establos pueden considerar cambiar a una terapia selectiva en el secado. Una es el ahorro en fármacos y mano de obra. También hay un menor riesgo de residuos en leche. Además, las presiones externas para reducir el uso de antibióticos han aumentado.

Si piensa adoptar la terapia selectiva, debe identificar cuáles vacas y cuáles cuartos sí debe tatar. Debe ser de una forma muy exacta, rápida y económica. Los cultivos, las pruebas diagnósticas y los registros de cuentas de células somáticas, así como de casos de mastitis, son las herramientas clave para lograrlo. Los productores que quieran hacer el cambio a una terapia selectiva en el secado, deben trabajar con sus veterinarios para determinar los criterios de identificación de las vacas que sí requieran el tratamiento.

La autora es editora asociada senior de Hoard’s Dairyman.


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