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El descornado puede ser más fácil

por Katelyn Allen


¿Qué parte del trabajo en el establo le gustaría que fuera más fácil?

Hay muchas respuestas posibles a esta pregunta, pero probablemente para muchos sea descornar a las becerras. Aunque es necesario para asegurar la seguridad de animales y empleados, es complicado remover los cuernos de forma fácil y eficiente.

En los últimos años, hemos añadido herramientas que pueden mejorar el proceso para becerras, propietarios y trabajadores. “Aún queremos becerras saludables, y queremos el descornado fácil, pero tenemos diferentes formas de hacerlo”, señaló Sylvia Kehoe en un seminario en línea de la Universidad de Wisconsin.

Dijo que hacer el trabajo “más fácil” podía definirse de unas cuantas formas. Para el propietario, significa que el hato no tenga cuernos, sin problemas y a bajo costo. El personal que lo realiza también quiere un trabajo fácil que pueda hacerse de forma consistente. Y la becerra desea el procedimiento menos doloroso, rápido y eficiente a la primera aplicación.

El tema común aquí es hacer un trabajo que funcione y sea fácil, señaló la profesora de la Universidad de Wisconsin. En general, el descornado debe ser seguro para la becerra y la persona que lo realiza. Kehoe dijo que los establos pueden cubrir estas metas, teniendo protocolos estándar de operación para el descornado, utilizando un bloqueo con lidocaína y un fármaco anti inflamatorio no esteroideo (AINES) para calmar el dolor, así como tener empleados preparados y entrenados.

Conozca su plan de juego

El descornado puede hacerse de forma inconsistente tanto con hierro candente como con pasta cáustica, enfatizó, así que es importante entrenar a los empleados correctamente, para reducir la posibilidad de tener que descornar a un animal por segunda vez. En una encuesta de la Universidad de Wisconsin encontraron que un 74% de los establos tenían que hacer una segunda aplicación de la pasta, y un 30% del hierro candente.

La pasta cáustica se recomienda en los primeros tres días de vida, o incluso hasta los siete. Kehoe enfatizó que el uso de la pasta depende del crecimiento de la yema del cuerno. Sin embargo, el crecimiento del cuerno varía entre animales, así que debe haber cierta flexibilidad en el proceso. Si utiliza pasta o hierro, el rasurado del pelo alrededor de la yema es opcional, pero todos los empleados deben hacer lo mismo.

Kehoe realiza el descornado en el establo de la universidad, y dijo que las orientaciones actuales recomiendan el uso de fármacos para control del dolor, incluso con el uso de pasta cáustica. En el caso del meloxicam, que se usa para controlar el dolor de forma similar al ibuprofeno, la doctora lo administra directamente, unas 11 horas antes del descornado, para que el medicamento actúe con antelación.

Después, administra lidocaína unos 20 minutos antes del descornado, para bloquear el nervio cornual. Su veterinario puede ayudarle a aprender a administrar el tratamiento, dijo Kehoe. Generalmente, debe determinar con precisión el área media entre la yema y el extremo del ojo. “Definitivamente es mucho más fácil y seguro para la becerra, y especialmente para el trabajador”, comentó respecto al uso de lidocaína. Este bloqueo también produce menos movimiento e irritación después de la aplicación de la pasta. Eso significa que la becerra tenga menos probabilidades de quitársela antes de que haga efecto sobre la yema.

Es necesario controlar el dolor en la becerra, y también recordar que la pasta cáustica puede ser peligrosa para los empleados. Recomendó tener vinagre cerca, con los materiales de descornado para neutralizar el producto. “La pasta no se elimina con agua”, añadió. Ofrezca a los trabajadores las herramientas necesarias para mantenerse a salvo y hacer su trabajo correctamente, será más fácil para todos.

La autora es editora asociada de Hoard’s Dairyman.



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