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Las orientaciones de la FDA, una victoria incompleta

por Alan Bjergar


El mes pasado, la FDA publicó orientaciones preliminares sobre el etiquetado de bebidas vegetales, y no dejó a nadie satisfecho. Que la agencia estadounidense permita a las bebidas a base de plantas, denominarse “leche” es inaceptable, tanto para los productores de leche como para los consumidores. Para los fabricantes de bebidas vegetales, la recomendación de revelar su inferioridad nutricional en el empaque, hace que la utilización del término sea menos atractiva. Y aunque la orientación es voluntaria y, por lo tanto, en teoría, podría ser ignorada, las compañías que deseen conservar un buen nombre en la FDA y evitar una revisión del cumplimiento de las normas, promovida por los defensores de los lácteos, se verán motivadas a seguir la orientación, o simplemente evitar términos relacionados con la leche. En cualquiera de estos dos casos, los consumidores ganan porque estarán mejor informados.

Esa situación representa una victoria para la industria lechera, sin embargo, es una victoria incompleta. Crucialmente, la FDA sí está aceptando el argumento de la Federación de Productores de Leche de Estados Unidos, donde se presentaron investigaciones amplias que demuestran cómo los consumidores están confundidos sobre el contenido nutricional de las bebidas a base de plantas. Eso proporciona una gran oportunidad para la industria lechera y los consumidores, de alcanzar un resultado lógico, terminando finalmente con el etiquetado confuso de las bebidas vegetales, que ha plagado el mercado norteamericano durante más de cuarenta décadas.

Será mucho más fácil avanzar con la premisa establecida en nuestros términos. Durante décadas se ha pedido a la FDA reforzar el estándar de identidad de la leche, e hicieron oídos sordos. Incluso cuando el argumento de la industria lechera era claramente correcto, la FDA había elegido no hacer nada, una tarea en la que sobresalieron.

A medida que proliferaron las bebidas a base de plantas, se volvió más claro que la utilización de términos lácteos animaba a los consumidores a asumir un perfil nutricional incorrecto de esos productos. Esa confusión se ha convertido en un problema de salud pública que la agencia simplemente no pudo ignorar más. Aun con sus defectos, las orientaciones de la FDA son un intento serio de resolver un problema que solamente han comenzado a entender hace cinco años.

En este momento, es todavía más crítico continuar ejerciendo presión para conducir el problema a una resolución exitosa. Los consumidores, productores de leche y sus aliados, deben asegurarse que no se debilite el enfoque de la FDA, y una vez que se acepte nuestro análisis del problema, la solución lógica – limitar los términos lácteos solamente a productos lácteos- será el resultado final.

Para empezar, la FDA está recibiendo comentarios públicos. La Federación ha elaborado una guía para enviar comentarios. Así, los miembros del público pueden personalizar su mensaje a la FDA y tener acceso a recursos que los ayudarán a escribirlos.

A continuación, la Federación de Productores de Leche está abogando por introducir en el congreso y el senado una legislación que solicite a la FDA reforzar su estándar de identidad de la leche, resolviendo el problema de raíz.

La pelea por la integridad de las etiquetas ha requerido paciencia y persistencia. Pero el progreso es real, y por el momento se tienen buenas expectativas. Por favor, considere unirse a este esfuerzo.

Más información sobre este tema:
https://bit.ly/3G99B2o

El autor está en la Federación de Productores de Leche de Estados Unidos


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