El martes 6 de diciembre, casi 79 millones de animales lecheros recibieron una actualización de las evaluaciones genéticas, comúnmente llamadas “pruebas”. El Consejo de Reproducción de Ganado Lechero (CDCB, por las siglas en inglés de “Council of Dairy Cattle Breeding”), publica, tres veces al año, las evaluaciones oficiales de Estados Unidos para todos los animales aptos, actualizando el valor genético para 50 características individuales y 4 índices de selección.
Con base en estas evaluaciones, se venden animales, semen y embriones en todo el mundo. Los productores utilizan estas predicciones genéticas para identificar a los mejores padres de la siguiente generación, manejar los programas de cruzamiento y optimizar sus hatos.
Hemos recorrido un camino largo desde 1994, cuando el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) introdujo el Mérito Neto (MN$) de por vida, como índice de selección nacional, combinando cinco características: leche, grasa, proteína, vida productiva y calificación de células somáticas.
Ahora, los productores también tienen herramientas genéticas para facilidad de parto, fertilidad, resistencia a enfermedades, supervivencia y eficiencia alimenticia. Estas nuevas características se han desarrollado gracias a las investigaciones de los especialistas, la cooperación de los productores para llevar el registro del desempeño de sus animales, así como las innovaciones de genómica.
Emergen nuevas oportunidades
¿Qué otras mejoras significativas se pueden hacer a través de la selección genética? Esa es la pregunta que nos hacemos todos los días en el CDCB, y la respondemos a través de investigaciones y datos de nuestro grupo de productores, colaboradores de la industria, comité directivo, y socios como el Laboratorio de Mejora y Genómica Animal del USDA.
Las metas de selección genética deberían dirigirse a cubrir las necesidades de las vacas lecheras, productores, procesadores, distribuidores y consumidores. Esas necesidades están evolucionando con los consumidores actuales cada vez más preocupados con el bienestar animal y el impacto ambiental de la producción de alimentos.
Para responder “¿Qué sigue?”, nuestra misión es identificar características que son importantes en los establos lecheros, tienen variación genética en la población actual, pueden medirse adecuadamente, y ayudan a mantener o mejorar el atractivo de los lácteos en el supermercado.
De cara al 2023, hay cinco características a mejorar en la genética lechera de Estados Unidos. El listado no lleva un orden específico.
1.Salud de las pezuñas.
La selección genética para una mejor salud de las pezuñas es una oportunidad para reducir las cojeras que afectan a cerca del 50% de las vacas lecheras, generando pérdidas económicas, salud deficiente y obstaculizando el bienestar animal. El CDCB, en colaboración con el Colegio de Medicina Veterinaria de la Universidad de Minnesota y otras asociaciones, trabaja en las herramientas genéticas y de manejo para reducir la incidencia de cojeras. Para identificar y medir una característica genética, es necesaria una fuente de información que capture observaciones sobre esta condición (fenotipos), genotipos, producción y manejo general. Nos estamos reuniendo con técnicos en recorte de pezuñas, veterinarios y productores para reunir observaciones consistentes y confiables de las lesiones y problemas de movilidad relacionados con las pezuñas, a través de los registros del recorte, el software de manejo y tecnologías como las plataformas de análisis de video.
2.Velocidad de ordeño.
Los productores utilizan medidas sobre la velocidad de ordeño para tomar decisiones económicas y de manejo. Sin embargo, las evaluaciones actuales para velocidad de ordeño en Estados Unidos son solamente para Pardo Suizo, y se basan en un sistema de calificación. La meta a largo plazo es proporcionar evaluaciones genómicas exactas y de bajo costo para la velocidad de ordeño, que puedan predecirse en el nacimiento y midan la velocidad de ordeño a través de datos cuantitativos de todas las razas, utilizando los sistemas modernos de ordeño. Hemos comenzado a definir claramente esta característica, y a identificar los datos relevantes, así como las medidas de calidad para estandarizar e integrar los datos en el sistema de evaluaciones existente.
3.Resistencia a la enfermedad de Johne.
Estamos explorando la selección genética para ayudar a reducir la incidencia de la enfermedad de Johne, una condición crónica contagiosa que pone en riesgo la salud y rentabilidad de los animales en muchos establos. Los datos proporcionados por el Sistema de Manejo de Registros Lecheros y AgSource nos permitieron investigar factores de influencia sobre la enfermedad de Johne, analizar los datos actuales disponibles, y calcular la variación genética en la población de vacas de Estados Unidos. Por el momento, los resultados sugieren que es posible desarrollar esta característica para Jersey y Holstein, y estamos dando pasos para hacerlo. Ya existen evaluaciones de resistencia genética para otros seis problemas comunes en vacas lecheras: desplazamiento de abomaso, hipocalcemia (fiebre de leche), cetosis, mastitis, metritis y retención placentaria, en Holstein, Jersey y Pardo Suizo.
4.Mejora continua de la eficiencia alimenticia.
La característica de Ahorro de Alimento debutó en diciembre de 2020, para permitir a los productores de leche buscar vacas más eficientes, ahorrar en costo de alimento, y reducir la huella ambiental de la producción de leche. Las vacas varían en su capacidad para convertir el alimento en leche, y el Ahorro de Alimento documenta esas diferencias. La meta es identificar vacas específicas que coman menos a lo esperado, manteniendo su producción y condición corporal. Los datos necesarios de animales individuales: ingestión diaria de alimento, producción y composición de la leche, peso y calificación de condición corporal, deben medirse para una población genotipificada de referencia. Estamos añadiendo más información a la base de datos actual, para incrementar la heredabilidad y exactitud de la característica. Si bien la eficiencia alimenticia es difícil de medir, ciertamente tiene un valor importante, porque el alimento es el gasto número uno del establo.
5.Mitigando las emisiones de metano.
El calentamiento global se ha vuelto una prioridad en todo el mundo, y el ganado está considerado como un contribuyente significativo a las emisiones de gases de invernadero. A pesar de nuestra opinión personal, respecto a qué tanto en realidad tienen la culpa las vacas del cambio climático, los consumidores y legisladores esperan que la industria lechera minimice las emisiones de metano. Ese proceso implica una serie de nuevas prácticas de manejo, y la genética ciertamente juega un papel importante. Un consorcio de universidades está recaudando fondos para recolectar datos de emisiones de metano de un número comprehensivo de vacas en producción, genotipificadas. Esto permitirá el desarrollo de las evaluaciones genómicas para emisiones de metano en Estados Unidos, de modo que puedan identificarse y seleccionarse las vacas con emisiones más bajas.
La meta
El CDCB y nuestros colaboradores continúan investigando y desarrollando características nuevas que incrementen las evaluaciones genéticas para beneficiar a los productores de leche y la industria láctea global. Si quiere saber más sobre nuestros proyectos de investigación visite:
https://uscdcb.com/current-research/
Y no olvide que puede consultar las evaluaciones genéticas de diciembre en las listas de toros del número de febrero de Hoard’s Dairyman en español
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