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El ganado en pastoreo está más expuesto a los parásitos

por Simon Peek, D.V.M.


El año pasado compramos dos vacas adultas de registro (3 y 4 años), las trajimos a nuestro establo, ubicado en el oeste norteamericano. Al principio, las pusimos en el corral de echaderos libres, pero después las separamos porque vimos signos de neumonía.

Pensamos que se trataba de la fiebre de embarque, y las tratamos con antibióticos y banamina. Eso ayudó un poco, pero no resolvió la tos y la fiebre por completo. Una se deterioró mucho en el inverno y le aplicamos la eutanasia, había perdido mucho peso y respiraba con gran dificultad.

Cuando se hizo la necropsia, encontraron una infección de gusanos del pulmón. No habíamos visto antes este parásito, y nos preguntamos si la otra vaca (ya que vinieron del mismo establo) también tendrá el mismo problema y estará infectando a otras vacas.

Wisconsin M.B.

Lamentamos mucho que haya perdido su vaca. Para responder directamente a sus preguntas, sí, es muy posible que los gusanos pulmonares hayan, por lo menos, contribuido a los signos de estrés respiratorio en la vaca sobreviviente. Afortunadamente, es poco probable que sea una fuente de infección significativa para el resto.

Las infestaciones por gusanos pulmonares en ganado lechero son bastante variables en su importancia y gravedad, además, se han vuelto menos comunes a medida que aumentan los sistemas de ganado en confinamiento. Subsecuentemente, no se les considera un posible diagnóstico, como sucedía cuando las vacas salían a pastorear con mayor frecuencia.

Las condiciones húmedas y calurosas favorecen la supervivencia del parásito. En el norte de Estados Unidos, en hatos en pastoreo, el final del verano limita el desarrollo de la enfermedad. La forma inmadura del parásito a veces puede sobrevivir también en el invierno, implicando que los animales en pastoreo pueden contraer nuevamente al parásito cuando comienza la primavera. En otras regiones de clima húmedo, el riesgo de infestación es mayor y se presenta durante casi todo el año.

La diferencia clave entre el ganado comprado y el de su propio hato, es la clase de alojamiento. El ganado permanentemente alojado en interiores, como los que están en echaderos libres, no se verán expuestos al gusano pulmonar de la misma forma que los hatos en pastoreo. Sin embargo, algo que los productores deben tener en mente, es el hecho de que, aunque las vacas adultas ya no inviertan mucho tiempo pastoreando, algunos establos con echaderos libres tienen a las vaquillas en pastoreo durante sus primeros dos años de vida. Es importante recordar la desparasitación como parte del programa de medicina preventivo para los animales jóvenes.

Los casos clínicos de infestación por gusano pulmonar, se asocian con tos y mayor tasa respiratoria, así como dificultad para respirar. Las infestaciones severas son capaces de matar a la vaca con signos graves de neumonía. Se puede presentar enfermedad respiratoria aguda o crónica, y es difícil de identificar, especialmente si el medio principal de diagnóstico es el examen de las heces.

Los desparasitantes comúnmente utilizados son eficientes para prevenir infecciones significativas, y en algunas partes del mundo, cuando hay un riesgo conocido de enfermedad endémica, hay vacunas disponibles para limitar el impacto de la infestación por parásito pulmonar. Consulte con su veterinario para establecer programas de desparasitación adecuados para todo el ganado en pastoreo, contra todos los parásitos asociados, no sólo contra el gusano pulmonar.

También, esta experiencia resalta el valor de obtener el historial detallado del ganado que compra. No solamente el historial médico, sino también los sistemas de manejo y alojamiento del establo de origen.

El autor es profesor en la Universidad de Wisconsin.


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