¿Alguna vez ha escuchado el dicho: “Se necesita dinero para ganar dinero”? Los productores de leche saben muy bien que las utilidades rara vez llegan sin una inversión de tiempo, energía o dinero. Ocasionalmente, se requieren los tres. Sin embargo, resultados de investigaciones recientes sugieren que incluso una pequeña inversión en la capacitación de empleados genera retornos para el establo.
El profesor asistente de la Universidad Estatal de Michigan, Zelmar Rodríguez, trabajó en establos lecheros de Michigan y Ohio para capacitar a los ordeñadores y medir el impacto de la capacitación en términos de aprendizaje, cambios en el rendimiento de la sala de ordeño y, a nivel de establo, a través de parámetros de productividad y salud.
“Es increíble la diferencia entre los empleados y sus procesos de aprendizaje. La brecha es enorme,” describió Rodríguez en el podcast “Dairy Science Digest”. “El tiempo promedio de aprendizaje durante el estudio fue de nueve meses. No podemos esperar que los empleados lleguen con este conocimiento.”
Además, los participantes del estudio fueron 82% hombres y 74% hispanoparlantes. Esto sugiere la posible necesidad de múltiples sesiones divididas por idioma en los establos norteamericanos. Sorprendentemente, la puntuación previa al entrenamiento de los ordeñadores fue de 49.3%, revelando una brecha significativa en la comprensión. Dependiendo del personal en el establo, podría ser útil dividir la capacitación según el nivel base de conocimiento, aunque eso no se hizo en este proyecto.
Temas de capacitación
El proceso comenzó con una evaluación previa en la sala de ordeño. Esto incluyó la recopilación de datos sobre la cuenta de células somáticas (CCS) en el tanque de leche, las tasas de mastitis clínica y el rendimiento de los empleados. Las mediciones de los empleados fueron recolectadas usando la herramienta de Análisis y Simulación de Sala de DeLaval (PASS). Esto permitió a los investigadores personalizar la capacitación para que fuera relevante en cada establo.
Durante la evaluación previa, los investigadores capturaron fotografías de las tareas realizadas. Esto ayudó a los participantes a visualizar su establo y, específicamente, la sala de ordeño, para relacionarse mejor con los conceptos y entender cómo aplicarlos.
Rodríguez utilizó los recursos gratuitos del Consejo Nacional de Mastitis, disponibles en línea, para elaborar un plan de estudios enfocado en la identificación y los factores de riesgo de mastitis, así como en los procedimientos adecuados de ordeño.
Aunque hay mucho que se puede hablar sobre el ordeño, estos temas resumieron los detalles más importantes para capacitar al personal de ordeño. Algunos de los puntos clave en la explicación incluyeron qué organismos causan mastitis y la forma en que los empleados pueden prevenir la enfermedad mediante procedimientos adecuados.
Rodríguez sirvió como capacitador externo, permitiendo que los empleados aprendieran de alguien que no fuera el propietario o gerente del establo. Si bien este modelo no es obligatorio, a menudo ayuda tener varias voces que transmitan el contenido coherente de las mejores prácticas de manejo.
Considere contactar a los profesionales de servicios extensionistas, a los técnicos de su proveedor de equipo de ordeño o a la cooperativa lechera, como posibles recursos para ofrecer capacitación externa de bajo costo o sin costo para su personal.
Lecciones aprendidas
Los empleados reportaron disfrutar la capacitación. Agradecieron un espacio para obtener respuestas a preguntas que habían persistido sin la oportunidad adecuada de plantearlas. Puede llevar algo de tiempo o algunas bromas para que los participantes se sientan cómodos, señaló Rodríguez, pero luego comienzan a reconocer el ambiente seguro de aprendizaje y participan.
La confusión sobre cómo manejar la leche anormal fue una pregunta que surgió en cada establo inscrito. “Es crucial que los propietarios o gerentes de sala de ordeño estén presentes en la capacitación para responder preguntas como estas que son un poco subjetivas y varían de un establo a otro,” alentó Rodríguez.
Los cambios medidos a partir de la capacitación incluyeron:
- Mejor comprensión de los ordeñadores, reflejada en la mejora de 20 puntos en la evaluación.
- Detención casi inmediata del aumento en el CCS del tanque de leche tras la capacitación.
- Un aumento en la detección de mastitis clínica.
- Mejora del tiempo de latencia (entre 60 y 120 segundos) en un 20%.
- Reducción promedio del tiempo de ordeño de 43 segundos por vaca, sin cambios en el desempeño del empleado.
“No fue tan fácil conseguir participantes para el estudio como pensé que sería,” admitió Rodríguez. “Todos decían: ‘Simplemente no tenemos tiempo’.” Los propietarios se decidieron al saber que la capacitación sólo tomaría alrededor de una hora. Con todas las mejoras que esta capacitación trajo al establo, tal vez el nuevo dicho debería ser: “Se necesita tiempo, para ganar tiempo.”
Los resultados de la investigación se publicaron en el Journal of Dairy Science. El podcast “Dairy Science Digest” está disponible mensualmente en inglés y se puede escuchar desde su plataforma de podcast favorita.
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