Recientemente, perdimos dos vacas adultas recién paridas de forma inesperada, en la semana posterior al parto. El diagnóstico de laboratorio encontró dos tipos distintos de salmonela, pero tardó varias semanas para identificarlas. ¿Cómo empleamos el cuadro de susceptibilidad a antibiótico que nos entregó el laboratorio? ¿Importa el serotipo?
Michigan C.M.
La salmonelosis continúa siendo problemática para el ganado joven, y en ocasiones, también para animales en producción. El caso que describe tiene algunos puntos importantes para revisar. La salmonela es un patógeno bacteriano, también puede ser zoonótico, así que los veterinarios deben prestarle mucha atención, para beneficio tanto de la salud animal como humana.
Las cepas que se encuentran en heces y tejidos, y se someten a un diagnóstico de laboratorio, son en su mayoría Salmonella enterica. Hay miles de serotipos de S. enterica, y se siguen encontrando muchos más, hasta el punto que solamente se les dan números, en lugar de nombres. Actualmente, sólo se reconocen dos especies de Salmonella, el resto son subespecies o serotipos. Los serotipos más comunes que encontramos en el Laboratorio de la Universidad de Wisconsin, son Dublin, Cerro, Newport, Kentucky y Typhimurium.
En Estados Unidos, no todos los laboratorios hacen esta identificación porque los servicios gubernamentales lo hacen gratis (National Veterinary Services Laboratories). Los laboratorios que reciben muchos casos de salmonela, emplean su propia clasificación porque es más rápido. Estos resultados son importantes para el manejo de brotes, o para identificar una infección nueva en una operación de vacas, ovejas o pollos.
No todos los serotipos de salmonela son iguales en términos de gravedad de la enfermedad o su resistencia/susceptibilidad a los antibióticos. Saber el serotipo exacto vale la pena, a pesar del esfuerzo y costo extra.
En casos raros, los laboratorios no consiguen un serotipo definitivo y solamente clasifican un grupo, “Grupo B” o “Grupo D”. Esto también importa. A partir del cultivo bacteriano, se puede probar la susceptibilidad a los antimicrobianos y reportarla como concentración inhibitoria mínima (MIC, por las siglas en inglés de “Minimum Inhibitory Concentrations”).
Los MIC se reportan como susceptible (S), resistente (R), intermedio (I), o no interpretado (N). También hay un número de utilidad para especialistas en diagnóstico y epidemiólogos, pero la mayoría de los veterinarios y propietarios solamente necesitan las letras: S, R, I o N. En general, la meta es utilizar antibióticos que sean susceptibles (S). En el caso de la salmonelosis puede ser difícil decidir el uso o no de antibióticos, y cuál utilizar, por eso es importante asegurarse de hablarlo en detalle con el veterinario y elaborar un plan para casos en el futuro.
En Estados Unidos, los antibióticos probados para bacterias específicas, son regulados por el Instituto de Estándares de Laboratorio Clínico, con base en el uso aprobado para cada antibiótico. Los patrones MIC específicos para los distintos serotipos de salmonela, también pueden ayudar a monitorear infecciones en los establos porque, por ejemplo, no todas las salmonelas del serotipo Newport, aisladas en el laboratorio, tienen el mismo patrón MIC. Los cambios en un patrón pueden sugerir la introducción de un serotipo nuevo o un cambio genético que esté creando una mayor resistencia a los antibióticos.
Toda esta información puede ser complicada y abrumadora cuando se trabaja con muchos animales. Asegúrese de hablar con su veterinario y el equipo del laboratorio para tomar decisiones de prevención y tratamiento.
El autor es profesor en la Universidad de Wisconsin.
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