¿Ha escuchado sobre la utilización de forrajes alternativos para ganado lechero? Recientemente me invitaron a compartir algunos hallazgos de nuestro programa de investigación sobre manejo y calidad de forraje. La petición estaba dirigida específicamente a nuestro estudio sobre forrajes alternativos. Fue una sorpresa para mí. Después de todo ¿qué es un forraje alternativo? ¿Existe realmente una definición de forrajes alternativos? Para ser honesto, he estado intentando encontrar una definición, pero me he quedado corto.
¿Qué queremos decir?
En un intento de definir forrajes alternativos, me viene una pregunta a la mente: ¿Alternativo a qué? Después de todo, cualquier forraje podría considerarse un “forraje alternativo” siempre y cuando se use para reemplazar otro forraje. Por ejemplo, un cultivo de soya en su etapa vegetativa es un forraje alternativo (a la alfalfa) que normalmente se ofrece en Argentina durante el verano en los sistemas de producción de leche en pastoreo.
Aquí en Estados Unidos, podemos hablar de forrajes alternativos cuando se utilizan opciones distintas al ensilado de maíz, heno o henilaje de alfalfa, que son los más comunes en los sistemas estabulados de producción lechera. Con base en esa definición, algunos forrajes alternativos serían pastos de verano como sorgo forrajero o mijo perla, y pastos de invierno como ryegrass, rye, triticale, o avena, por mencionar unos cuantos.
Una opción eficiente
Las razones para requerir forrajes alternativos son múltiples y diversas. Un productor podría necesitar forrajes alternativos que encajaran mejor en su rotación de cultivos cuando lo importante es maximizar el uso del suelo. También, por ejemplo, en áreas de calor o estrés por sequía, algunos forrajes como el sorgo podrían ser más apropiados que el maíz.
Otra razón podría ser disminuir los costos de inversión. Por ejemplo, el costo de la semilla de maíz puede ser sustancialmente mayor que el de semilla de sorgo. Los forrajes alternativos también podrían suministrarse con base en los requerimientos de la dieta en el hato. Por ejemplo, el heno de pasto puede ser un forraje alternativo útil cuando el suministro de fibra es limitado en el establo.
No cabe duda de que el ensilado de maíz y el heno o henilaje de alfalfa son la primera opción forrajera, pero ¿es verdaderamente tan malo utilizar alternativas al maíz y alfalfa en los sistemas de producción lechera? En un intento de responder esta pregunta, nuestro programa de investigación del Tecnológico de Virginia mostró que las vacas lecheras altas productoras pueden producir bastante bien cuando el ensilado de maíz se reemplaza por completo con ensilado de sorgo. Vimos resultados similares cuando las vacas consumieron raciones conteniendo heno de pasto en lugar de heno de alfalfa. Estas observaciones sugieren que varios forrajes alternativos son apropiados para alimentar vacas lecheras altas productoras.
Factores en el sistema para garantizar el éxito
Nuestra experiencia ha mostrado que existen tres factores clave para asegurar un programa exitoso con forrajes alternativos: buena calidad de forraje, balanceo adecuado de la ración, y confort y bienestar excelente de las vacas. Controlar estos tres factores lo mejor posible y suministrar forrajes alternativos, mejorará la resiliencia de su establo lechero.
El autor es profesor y extensionista lechero en el Tecnológico de Virginia.
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