BOLETIN


El cuidado de una becerra empieza antes de su nacimiento

por Sheila McGuirk


Compramos unas vaquillas Jersey preñadas que llegaron desnutridas. Empezaron a parir al poco tiempo de su llegada, y las becerras eran muy pequeñas y débiles. Nos aseguramos de darles a todas calostro que no fuera de sus madres, pero eso nos obligó a utilizar mucho sustituto de calostro.

Un par de días después del nacimiento, las becerras empezaron con diarrea grave, el veterinario encontró E. coli y Cryptosporidium. La mitad se murieron a pesar de que intentamos que consumieran leche y el veterinario les administró fluidos intravenosos. Las becerras nacidas de nuestras vacas están vivas y se ven bastante bien.

¿El sustituto de calostro proporciona protección de anticuerpos adecuada, en comparación con el calostro natural? Las becerras se ven bastante mal. ¿Tienen inmunidad deprimida, podemos hacer algo?

Colorado K.R.

El cuidado de la vaquilla o vaca preñada tiene consecuencias importantes sobre la salud, desarrollo, reproducción, producción de leche y funciones metabólicas de la descendencia. La selección genética, nutrición durante la preñez, calostro y el plano de nutrición en las primeras 8 a 10 semanas de vida son puntos clave para criar reemplazos lecheros saludables, productivos y rentables.

Se requiere más investigación en aspectos específicos sobre la nutrición y la importancia de vitaminas, aminoácidos y otros micronutrientes durante la preñez. Sin embargo, cada vez tenemos más claro, tanto para vaquillas como para vacas, que la nutrición al inicio de la gestación merece la misma atención que las tres últimas semanas de preñez.

Su decisión de suministrar sustituto de calostro a las becerras desnutridas fue una buena decisión. Aunque algunos estudios hayan demostrado que los componentes inmunes (IgG) y la cantidad de calostro producido por madres desnutridas, podría ser adecuado, la absorción de IgG por parte de las becerras se ve perjudicada. Eso se atribuye a las posibles deficiencias en otros nutrientes esenciales, factores de crecimiento y hormonas en el calostro que facilitan la absorción, función metabólica y desarrollo de órganos en la descendencia.

Tenemos confianza en que, si las becerras normales reciben entre 150 a 200 gramos de IgG en un buen sustituto de calostro, alcanzarán la concentración adecuada de anticuerpos en suero. Es difícil saber si la absorción de IgG será la misma en sus becerras, y si otras limitaciones de salud o desarrollo continuarán afectándolas más tarde en el transcurso de su vida.

Sin embargo, sí podemos predecir que, reforzando su alimentación con leche entera, aumentando la frecuencia de las comidas, proporcionando un alimento iniciador de alta calidad, y agua a libre acceso, la salud y el desempeño mejorarán. Además, recomendamos reducir la exposición a patógenos en el ambiente, proporcionando una cama abundante, limpia y seca. Vigile a estas becerras diariamente y observe si están bebiendo lentamente, rehúsan el alimento, permanecen de pie mucho tiempo, tienen descargas nasales amarillentas, tosen o cambia la consistencia del estiércol. La detección oportuna puede ser clave para mejorar la supervivencia.

Usted se encuentra frente a un desafío importante. Esperamos que su enfoque en el manejo de las becerras en estas 10 primeras semanas, le traiga buenos resultados.

La autora es profesora emérita de la Universidad de Wisconsin.


PARA TENER LA INFORMACIÓN MÁS ACTUALIZADA, SUSCRIBETE A NUESTRO BOLETÍN, ES GRATIS