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La carne sobre leche sigue de fiesta

por Corey Geiger


El año pasado, en Estados Unidos, se alcanzó la cifra récord de 8.7 millones de unidades de semen de carne vendidas. Ese número es un 21% más alto que el del año anterior (7.2 millones de unidades) según los registros publicados por la Asociación Nacional de Criadores de Estados Unidos (NAAB, por las siglas en inglés de “National Association of Animal Breeders).


Aunque nadie conoce con seguridad la cantidad exacta de ese semen que se utilizó para vacas de carne, o de leche, tampoco se han observado cambios drásticos en el manejo de animales de carne, en los ranchos más grandes de Estados Unidos. Sabiendo eso, podríamos concluir que el semen de carne, utilizado para inseminar vacas lecheras, continúa impulsando las ventas, y está transformando la población de reemplazos lecheros. En ese proceso, la producción de leche se verá también bastante distinta.

Parte de una tríada

La carne sobre leche es parte de una tríada que comenzó hace más de una década. En ese conjunto tripartita están el semen sexado, las pruebas genómicas, y la carne sobre leche.

Primero, tuvimos a disposición el semen sexado, que produce más hembras. Cada vez más vaquillas son inseminadas con semen sexado, en los establos norteamericanos. De esa forma, se obtienen reemplazos de las mejores vacas. También, las recién nacidas ayudan a sus madres primerizas, para que tengan un parto más fácil, e ingresen al hato en producción con menos problemas de salud.

Aunado a la producción de hembras, la segunda parte de la tríada son las pruebas genómicas. Se introdujeron en la industria en 2008, y el último año se realizaron más de un millón de pruebas en hembras lecheras de Estados Unidos. Se debe considerar que el hato nacional cuenta solamente con un poco más de 9 millones de vacas. Es un crecimiento enorme, para una tecnología que sólo está disponible desde hace 14 años.

Con abundancia de reemplazos, y equipados con la posibilidad de seleccionar a las mejores con una exactitud del 70%, mediante la prueba genómica al nacimiento, los productores ahora pueden preseleccionar a las vaquillas, y vacas, que generarán sus reemplazos. El resto de animales puede ser inseminado con semen de carne, para obtener más valor por su venta. Esta estrategia permite reducir uno de los costos más altos del establo: la crianza de reemplazos.

Esta megatendencia está transformando el hato lechero

Hace diez años, la carne sobre leche era casi una herejía. En aquellos días, en Estados Unidos, solamente se vendieron 1.3 millones de unidades de semen de carne. En 2014, se superaron los dos millones.

Después, en 2018, comenzamos a ver este increíble ascenso:

2018: 4 millones de unidades.
2019: 5.8 millones de unidades.
2020: 7.2 millones de unidades.
2021: 8.7 millones de unidades.

A medida que se da este cambio, el número de reemplazos lecheros disminuyó a su nivel más bajo desde 2009. Los 4.45 millones de vaquillas lecheras actuales, de más de 230 kg, representan una reducción del 3.4% con respecto al año anterior.

El Departamento de Agricultura de Estados Unidos, ha calculado que este año parirán menos de 2.84 millones de vaquillas. Ese es el número más bajo en 16 años.

De hecho, la fiesta de la carne sobre leche, parece lista para eliminar la expansión de hatos lecheros, ahora que se pronostican variaciones en el precio de la leche. Otros costos, como el alimento y el combustible, limitarán el nuevo mercado.

El autor es editor de Hoard’s Dairyman.



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