Equilibre su leche de desecho
por Sheila McGuirk, D.V.M.
Tengo una pregunta con respecto a la mezcla de leche de vacas recién paridas con leche del tanque para alimentar a las becerras en lactancia.
¿El contenido de grasa y de proteína más alto en la leche de las vacas recién paridas modifica mucho los sólidos totales y los convierte en un problema de salud? Me preocupa el timpanismo abomasal, ese es un argumento fuerte para dar sólo leche entera pasteurizada. Sé que en los centros de recría usan una gráfica para balancear la leche de desecho pasteurizada con sustituto de leche en polvo para “diluir la leche”. Pero esta leche combinada puede ser muy alta en sólidos.
Desde luego, la proporción entre leche de vacas recién paridas y leche del tanque puede ser muy variable en los establos de mis clientes (que tienen entre 100 y 600 vacas). ¿Puede provocar esto un problema de salud?
También quisiera saber si una lectura de Brix de 11 es igual a 13% de sólidos. ¿Es eso correcto?
R.W., Ohio
Cuando se da leche entera a las becerras, usualmente hay necesidad de mezclar leche de vacas recién paridas con leche no apta para la venta, con leche del tanque (apta para la venta) y/o con sustituto de leche para mantener la demanda de leche de las becerras. El calostro puede tener un rango de 18 a 43% de sólidos totales. Esto contrasta con la leche del tanque, que usualmente tiene de 11 a 12% de sólidos totales.
Mezclar la leche de distintos orígenes afecta el porcentaje de sólidos totales, creando el riesgo de que los sólidos totales sean demasiado bajos (menos de 10%) o demasiado altos (mayores a 18%) o también puede haber mucha variabilidad (más de 1% de cambio entre comidas sucesivas). La leche con sólidos totales bajos es un producto nutricionalmente pobre. La leche con sólidos totales mayores a 18% pone a las becerras en riesgo de timpanismo abomasal, inflamación o úlceras. Más de 1% de variación entre comidas sucesivas puede causar trastornos digestivos, alteración de la motilidad, diarrea, timpanismo o úlcera en las becerras, especialmente cuando no se les ofrece agua a libre acceso para que tomen inmediatamente después de que han terminado de tomar la leche y/o el sustituto de leche.
Manejar los sólidos totales de la leche que se da a las becerras puede ser relativamente simple usando un refractómetro de Brix. La lectura de este refractómetro mide en realidad la concentración de sucrosa de la muestra, de modo que tiene que establecerse la correlación entre la lectura de Brix y el contenido total de sólidos con anticipación, usando una serie de curvas estándares.
Para la leche entera, la mayoría de la gente agrega 2 puntos a la lectura del refractómetro. Para el sustituto de leche, la lectura de Brix se puede determinar fácilmente, haciendo gráficas de varios sustitutos de leche, colocándolos en el eje Y y comparándolos con la lectura de Brix, colocada en el eje X.
Para mezclas de leche, necesitamos agregar 2% a la lectura de Brix como un estimado de los sólidos totales y lo ideal es estar entre 12 y 13%. Con una dieta de sustituto de leche, es preferible tener por lo menos 12% de sólidos.
Para mezclas de leche entera y sustituto de leche, la relación entre la lectura de Brix y los sólidos totales es más compleja, pero se puede hacer una lectura de Brix para saber si se están manejando correctamente los sólidos totales. Siempre que haga mezclas de leche, los sólidos totales variarán, dependiendo del número de vacas contribuyendo con su leche, la fase de lactancia, los componentes variables en la leche de vacas con mastitis, así como con la cantidad de sustituto de leche adicionado. La lectura de Brix es útil para determinar las tendencias diarias y es importante ser consistente, evitando que varíe en más de 1% por día. Nunca suministre leche con lectura de Brix más baja de 10% ni mayor de 18%.
La consistencia en la dieta es un componente importante de la salud de la becerra en lactancia. A medida que estamos tratando de mejorar el plano nutricional de las becerras y duplicar o triplicar su peso inicial al destete, hay que tener siempre agua limpia disponible inmediatamente después de dar la leche y elaborar un plan de manejo de la alimentación con su veterinario y su nutricionista.
La autora es profesora emérita de la Universidad de Wisconsin.
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http://www.hoardsenespanol.com
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