Los corrales para vacas recién paridas siguen creciendo en popularidad, especialmente en establos grandes que están construyendo instalaciones nuevas, o buscan mejorar la salud y el desempeño de las vacas. Un corral de recién paridas facilita la vigilancia y el tratamiento de problemas de salud, minimiza interacciones sociales negativas con otras vacas, y provee una ración específicamente formulada para después del parto.
No sabemos aún el número óptimo de días para que las vacas permanezcan en este corral, pero probablemente sea único en cada establo, e incluso para cada vaca, dadas las diferencias en ingestión de materia seca (IMS) y producción de leche, junto con el diseño de las instalaciones. Una encuesta en establos de California, con un rango de entre 450 y 9,500 vacas, mostró estas tendencias para el alojamiento de recién paridas:
38% de las vacas permanecieron menos de 21 días en leche (DEL)
31% estuvo entre los 22 a 30 DEL.
31% estuvo más de 30 DEL.
En los establos de regiones en el noreste o medio oeste de Estados Unidos, el rango de permanencia fluctúa de 10 a 42 DEL.
La ración para un corral de vacas recién paridas puede formularse específicamente para cubrir las necesidades especiales que tienen las vacas después del parto. Se puede considerar una IMS más baja y suministrar más fibra, al tiempo que se reduce el contenido de almidón y carbohidratos fermentables, en comparación con la dieta del corral de vacas altas productoras. La ración de vacas recién paridas debería alentar la IMS, reduciendo el riesgo de alimentarse “en oleadas” (grandes bocados rápidamente) y de acidosis ruminal subaguda. La ingestión de alimento es más baja después del parto, comparada con cualquier otro momento de la lactancia, y se controla más por regulación metabólica que por llenado ruminal durante la primera y segunda semana después del parto.
Otro enfoque
Las vacas recién paridas que tienen una buena transición, están listas para consumir una dieta con más carbohidratos fermentables entre los 10 a 14 DEL, entonces deben pasar al corral de altas productoras. Si esas vacas saludables permanecen en el corral de recién paridas, es probable que el llenado ruminal limite la IMS en un momento en que la producción de leche se está elevando rápidamente, y puede producirse mayor balance negativo de energía. Esas vacas tienen más probabilidades de perder condición corporal y presentar cetosis clínica o subclínica en la segunda o tercera semana después del parto.
La buena noticia es que las vacas con esa clase de cetosis (y sin otros problemas de salud) responden bien al tratamiento y a la ración alta en energía. Los productores de leche pueden revisar orina y sangre para valorar los cuerpos cetónicos de las vacas que saldrán del corral de recién paridas. Si las cetonas están elevadas en una vaca saludable, muévala enseguida al grupo de vacas altas productoras.
El autor es investigador del Instituto Miner
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