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Los problemas de salud al inicio de la lactancia pueden hundir a sus vacas

por Corey Geiger


La transición del secado al inicio de la lactancia, es el periodo que puede producir más complicaciones de salud en las vacas.

“Los problemas de salud al inicio de la lactancia se vuelven problemas a largo plazo para las vacas”, explicó Trevor De Vries, Profesor de la Universidad de Guelph y Jefe de Investigación en Canadá. “Esos desafíos de salud están relacionados con la ingestión y el comportamiento durante la transición”, añadió.

Con esas afirmaciones, el profesor compartió datos de sus investigaciones para reforzar esos puntos.

Las vacas que no tuvieron enfermedades clínicas al principio de la lactancia, produjeron 10,433 kg de leche, 89% fueron enroladas en el programa de inseminación durante esa lactancia y solamente el 23% fueron desechadas.

Las vacas que tuvieron un evento clínico de enfermedad en las tres primeras semanas después del parto, produjeron 10,093 kg de leche, 60% fueron aptas para inseminación y el 36% fueron desechadas en esa lactancia.

Las vacas que tuvieron varios episodios de enfermedad en las primeras tres semanas después del parto, produjeron 9,752 kg de leche, solamente el 35% entró al programa de inseminación, y el 54% fueron desechadas en esa lactancia.

Muchos de estos problemas, que finalmente llevan a un desecho precoz, están relacionados con la alimentación y el metabolismo. Una caída importante en la ingestión antes del parto, producirá un déficit mayor de energía y un rumen menos estable después del parto. El especialista también señaló que la incidencia de enfermedades al inicio de la lactancia no solamente se asocia con la movilización de grasa y la inflamación, sino también con marcadores de estrés.

Los cambios en la dieta, reagrupamiento, aglomeración y estrés calórico son algunos de los factores de estrés más comunes en las vacas en transición. Los primeros dos son inevitables, pero los dos últimos se pueden prevenir.

Para aclarar ese punto, DeVries le preguntó a su audiencia durante la Western Dairy Management Conference en Reno, Nevada: ¿Podemos hacer la dieta de las vacas secas más parecida a la de las vacas en producción, en términos de densidad y longitud de la fibra?

“La respuesta corta es: Sí”, aclaró. La salud ruminal se mejora después del parto cuando conseguimos esa similitud entre las dietas. También se pueden utilizar aditivos para mejorar el metabolismo energético y ayudar a las vacas a enfrentar el estrés. Los aditivos también pueden estabilizar el rumen y mejorar el comportamiento relacionado con la alimentación.

Minimice el estrés por movimiento.

Cada vez que movemos a una vaca, creamos estrés. Entonces, el tiempo de rumia cae y tenemos consecuencias. Pregúntese ¿Cómo puedo minimizar los cambios de corral? ¿Podemos moverlas en el momento más tranquilo del día?

El momento del ordeño y el del suministro de alimento podrían no ser la mejor ocasión. El profesor aconsejó buscar el momento más calmado del día. El impacto de un cambio de corral es todavía más dramático para las vacas de primera lactancia.

Después, está la aglomeración.

Si no tenemos suficiente espacio para las vacas en transición, observaremos un impacto inmediato. Esos animales deben poder comer y echarse cuando quieren. También, no debemos dejar nunca el comedero vacío. Si tiene aglomeración, al menos proporcione el mejor diseño de echaderos y material de cama posible.

A partir de esa orientación, un miembro de la audiencia le preguntó a DeVries cuál era su definición de aglomeración. “Es cualquier momento en que una vaca no puede acceder a un echadero o no tiene espacio en el comedero. Para las vacas en producción, se requiere una vaca por echadero y 60 cm de espacio en el comedero”, explicó DeVries. “Para las vacas en transición, la meta debería ser 76 cm de espacio en el comedero y un 20% de echaderos libres.”

El estrés calórico también puede perjudicar a los animales, aún más cuando hay problemas de aglomeración. Proporcione enfriamiento, particularmente para las vacas secas. También, las raciones deben alentar un patrón consistente de alimentación. Eso puede significar incluir forrajes de alta calidad en la ración y suministrar frecuentemente el alimento.

Finalmente, está el ingrediente de todos los ingredientes: agua. “El agua es muy importante, también para las vacas secas. El corral de vacas secas necesita por lo menos 10 cm o más de espacio por vaca en el bebedero, y debe haber por lo menos dos bebederos por corral”.

El autor es editor de Hoard’s Dairyman


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