Destete a las becerras cuando el rumen esté listo
por Katelyn Allen
Del mismo modo que en los humanos, los cambios generan estrés en los animales. En el ganado lechero, esa clase de ajustes no se limita a lo que llamamos “vacas en transición”, las becerras también pasan por un cambio importante durante el destete. Ese periodo debe manejarse correctamente para conseguir que las becerras se mantengan saludables cuando dejan de alimentarse con leche.
Si el destete se hace de forma incorrecta, se pueden revertir los beneficios logrados durante el periodo previo, según explicó Gail Carpenter, especialista de la Universidad Estatal de Iowa durante un seminario en línea.
No existe la “unitalla” para el destete porque los establos difieren en sus instalaciones, estilos de manejo, etc. Evitar un “mal” destete significa comprender previamente ¿cuál es el resultado deseado? y ¿cómo puede lograrlo en las semanas previas y posteriores al destete?
Primero, es necesario dar un paso atrás para reconocer la meta del destete. Después del destete, las becerras deben convertirse en rumiantes completamente funcionales. Eso significa que deben haber desarrollado las papilas ruminales adecuadas para absorber los nutrientes. Lo ideal es un colchón en el rumen, no un “piso de madera”, describió Jennifer Bentley, especialista en ganado lechero.
Los problemas del destete se originan por un desarrollo deficiente del rumen. El alimento iniciador, forraje y agua tienen un papel en el desarrollo de la capacidad ruminal, y habilitan a las becerras a dejar de tomar leche.
Bentley dijo que el grano iniciador proporciona energía para permitir el crecimiento de la pared ruminal. Tampoco debemos subestimar el poder del agua, que ayuda a crear el ambiente adecuado para el desarrollo de las bacterias. Ofrecer agua limpia y fresca es bueno para el desarrollo del rumen, añadió Taylor Kipp, estudiante de doctorado que también participó en el seminario, junto con Bentley y Carpenter.
El forraje debe suministrarse cuidadosamente para permitir el desarrollo ruminal. Bentley dijo que hay muchas opiniones distintas sobre el suministro de heno a las becerras. El heno proporciona proteína y fibra, pero no mucha energía, y podría ocupar mucho espacio en un rumen que aún no ha crecido lo suficiente.
Algunas investigaciones sugieren beneficios en el suministro de heno. También las becerras tienen una inclinación natural a mordisquearlo, piense en las becerras que se comen su cama de paja. El heno puede ofrecer una alternativa cuando se presenta el amamantamiento cruzado. Ese es otro factor para sopesar cuando establezca el programa de becerras para su establo.
Algunas veces se recorta el suministro de forraje e iniciador para dar más leche a las becerras. Bentley dijo que se está volviendo una práctica muy común para lograr un mayor crecimiento, pero se deben equilibrar los niveles de leche con un nivel adecuado de consumo de sólidos para que el rumen se pueda desarrollar. Las investigaciones indican que los efectos de un plano alto de nutrición con leche podrían revertirse si se presenta una caída significativa después del destete. Recuerde, eso sucede casi siempre por un desarrollo deficiente del rumen.
El equilibrio es clave en el programa de becerras, resumieron los tres conferencistas, y eso es particularmente cierto para la nutrición en la etapa de transición del destete. Encuentre un sistema que funcione para su establo y ayude a las becerras a desarrollar un rumen que esté preparado para funcionar más allá de la fase de alimentación con leche.
Para más información sobre la alimentación en becerras consulta nuestro “MANUAL DE CRIANZA DE BECERRAS” del Dr. Abelardo Martínez.
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La autora es editora asociada de Hoard’s Dairyman
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