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Un vistazo sobre cómo los establos lecheros usan toros de carne

por Abby Bauer


Las ventas de semen de carne se han disparado en la última década, en gran parte debido a la mayor utilización de toros de carne en animales lecheros. Existen varias formas en que un establo lechero puede utilizar el semen de carne, por ejemplo, para reducir el inventario de vaquillas, o para obtener un mejor precio por sus becerros.

Un grupo de extensionistas de la Universidad de Wisconsin entrevistó a 40 establos lecheros que utilizan toros de carne para inseminar algunas de sus vacas. El tamaño del hato varió de 19 a 7,414 vacas, con un promedio de 454 vacas en producción. La producción de leche promedio en los establos fue de 40 kg diarios por vaca. Uno de los educadores, Ryan Sterry, explicó los resultados de la encuesta durante un seminario en línea de Badger Dairy Insight.

Sterry explicó que la tasa de desecho es un factor importante en la dinámica del hato y la necesidad de reemplazos. En estos hatos, la tasa media de desecho para vacas en producción fue de 30%, mientras que para vaquillas de primer parto fue de 5%.

Los establos entrevistados variaban ampliamente en el tiempo de utilizar semen de carne. Algunos llevaban solamente dos años, mientras que otros ya habían llegado a 20. Cuando se les preguntó cuál era el criterio para decidir la utilización de semen de carne, lo más frecuente fue el excedente de reemplazos, y después el precio de los becerros. Los datos utilizados más a menudo para determinar la necesidad de reemplazos, fueron la tasa de desecho de vacas y vaquillas, así como para la tasa de preñez.

Sobre los factores considerados para determinar cuáles vacas inseminar para carne, el 64.3% respondió que el número de servicios o la baja fertilidad, como su primer o segundo criterio. El pedigrí fue el primer o segundo criterio para el 41.9% de los establos. La genómica estuvo entre las dos primeras razones para el 35.7%, y el número de lactancias solamente en el 28.9%.

La raza más utilizada fue Angus. Muy distanciada de Simmental, Limousin y SimmentalxAngus. Otras razas también empleadas fueron Wagyu, Charolais, Herford y LimousinxAngus.

La mitad de los establos (21) dijo que su representante de inseminación artificial seleccionó a los toros de carne utilizados en el establo. El dueño o gerente escogió a los toros de carne en 16 hatos. En dos establos, lo hizo el centro de recría y un establo tenía un asesor para esas decisiones.

Las características tomadas en cuenta fueron tasa de concepción, facilidad de parto y costo. Algunos establos incluyeron algunas características de la canal y desempeño, pero no son prioritarias para la mayoría de los establos. “Todavía podemos profundizar más en esos aspectos, para obtener mejores animales”, señaló Sterry.

El precio por el semen de carne en esos establos varió de $1.40 a $30 dólares por dosis, con un promedio de $10. Por otra parte, el precio de semen lechero convencional está en $18 y el semen sexado en $31.

Los servicios en vaquillas estuvieron en un promedio de 2.9, antes de cambiar a semen de carne, y en vacas 2.3.

En promedio, los porcentajes de semen utilizado para servir vaquillas fueron 58% semen sexado, 23% convencional y 18% carne.

En las vacas, el semen de carne se usó más ampliamente. En las vacas de primera lactancia el 41.6% se inseminó con semen de carne, 31.7% semen lechero convencional y 26.6% sexado. En las vacas de segunda lactancia o mayores, 60.4% semen de carne. Otro 29.5% con semen lechero convencional y solamente 10.2% con semen sexado.

En cuanto a los becerros, el 65% de los establos los vende en la primera semana de vida. Un 10% entre la primera y segunda semana, 2.5% entre las 2 y 8 semanas, y el 10% entre 8 semanas y un año de edad. Cinco de los establos engordan a sus becerros cruzados. La mayoría se vende en subastas o ventas directas, solamente algunos establos tienen contratos.

Estos resultados muestran un panorama sobre la utilización de semen de carne en establos lecheros. Si se continúa promoviendo la longevidad de las vacas y la crianza de menos vaquillas para reducir costos, parece que los establos lecheros seguirán por ese camino.

La autora es editora asociada Senior de Hoard’s Dairyman


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