Sabemos muy bien que las vacas prefieren pasar más de la mitad del día descansando echadas. Esto no sólo mejora su bienestar, sino también su productividad. Por esta razón, la capacidad de un establo para proporcionar echaderos adecuados y cómodos es fundamental.
Según Nigel Cook, el echadero ideal permite que las vacas se levanten de una forma similar a como lo harían en un pastizal abierto. Cuando una vaca transfiere su peso para ponerse de pie, su cuerpo avanza casi 60 cm, y su cabeza se mueve primero hacia abajo y luego hacia arriba.
Cook describió estos dos movimientos como “embestida” (desplazamiento horizontal) y “reverencia” (movimiento vertical).
Teniendo en cuenta estas pautas, Cook sugirió construir echaderos que permitan la libertad de movimiento y una postura natural al estar de pie.
"Existe una relación entre estas dimensiones, por lo que no se trata solo de hacer los echaderos más anchos. No se puede arreglar una sola cosa sin ajustar todo lo demás", explicó Cook en un reciente episodio del podcast Dairyland Initiative.
"Debemos considerar las dimensiones y la ubicación de la placa de retención a la altura del pecho, cuello y todos estos elementos. Todo el echadero funciona como una unidad. Si cambias una cosa, afectas otra", advirtió.
Cuando no se puede alcanzar lo ideal
Aunque la mejor opción sería construir o remodelar echaderos, muchas veces hay que trabajar con la infraestructura disponible. Esto abre el debate sobre cómo evitar que las vacas se echen en diagonal y comprometan la limpieza del área.
"Si se les da a las vacas los 3 metros que necesitan para impulsarse hacia adelante (embestida), notamos que se echan mucho más rectas, porque pueden moverse hacia el frente y tienden a alinearse en esa dirección", explicó Cook.
Específicamente, Cook señaló que el espacio para el movimiento de “embestida” tiene prioridad sobre el espacio para el de “reverencia”. Las vacas necesitan ese espacio para impulsarse, mientras que pueden adaptarse a ciertas obstrucciones en el movimiento vertical. Dicho esto, Cook enfatizó que una gran mejora se puede lograr simplemente eliminando obstrucciones frente a las vacas. "La razón más común por la que las vacas se echan en diagonal no es el ancho del echadero, sino las barreras en el frente", detalló Cook.
Por lo tanto, recomendó prestar especial atención a la ubicación de cualquier barra, cerca, pared u otro tipo de obstrucción frente a los echaderos. También sugirió que los establos sean creativos para encontrar nuevas formas de eliminar estos obstáculos y fomentar una postura más alineada al echarse.
El especialista compartió las siguientes dimensiones como sugerencias de remodelación o construcciones nuevas.
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