Hace unos quince días, el Departamento encargado de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por las siglas en inglés de “Food and Drug Administration”) se pronunció finalmente, y ofreció una serie de orientaciones para el etiquetado de bebidas a base de plantas conocidas como “leches” vegetales. Estas medidas están aún lejos de lo que hace años solicitó la industria lechera.
La guía, que puede consultarse aquí:
https://bit.ly/3ILMonC
No es una ley, y solamente es un borrador. Sin embargo, ofrece la visión actual de la FDA sobre la denominación de bebidas alternativas a la leche. Ese punto de vista se reduce a la creencia de la FDA de que, aunque en 1973 se estableció un estándar de identidad para la leche, ese parámetro solamente debe cumplirse en los productos que pretenden ser o se presentan como leche.
“Aunque muchas alternativas a la leche de origen vegetal, se etiquetan con nombres que incluyen la palabra “leche” (p. ej. “leche de soya”), no pretenden ser o se representan como leche”, dice el documento en la página 7.
Esa sentencia se basa en la información recibida por la FDA en respuesta a un anuncio emitido en 2018, pidiendo comentarios sobre el etiquetado de bebidas vegetales. La mayoría de la información recolectada, indicó que los consumidores comprenden que las alternativas de origen vegetal no contienen leche y son productos distintos. De hecho, la mayoría de las personas eligen comprarlos precisamente porque no son leche, comentó la FDA.
Los “alimentos no estandarizados” o aquellos que no tienen un estándar de identidad, deben llevar el nombre común o usual de un alimento, dicen las orientaciones. Las bebidas vegetales no tienen un estándar de identidad porque su composición varía ampliamente.
El nombre común o usual, definido como la forma en que un producto es conocido por el público de Estados Unidos para esas bebidas es “leche”, dijo la FDA, con base en grupos de opinión comisionados y dirigidos por ellos. El término está “fuertemente enraizado” en el vocabulario de los consumidores para describir a esas bebidas, las sienten familiares y están cómodos con ellas. “Los participantes también dijeron que el término “bebida” podría sugerir una menor calidad, en comparación a un producto llamado “leche”, establece el documento.
Debido a la regla para nombres comunes, las alternativas de origen vegetal pueden llevar el nombre “leche”, dijo la FDA. Puede utilizarse en la etiqueta como una palabra, varias palabras o con guiones (“soymilk, soy milk, o soy-milk”). La única restricción que establece la FDA es que la fuente vegetal debe estar incluida en el nombre; poner solamente “leche vegetal” no es suficiente.
La nutrición preocupa
Según la FDA, si bien los consumidores sí reconocen que las bebidas vegetales no son realmente leche, varios estudios, realizados a los comentarios recibidos en 2018, indicaron que los consumidores no comprenden las diferencias nutricionales entre la leche y las alternativas vegetales. Los entrevistados de una encuesta, en particular, dijeron que las alternativas de origen vegetal eran comparables a la leche, en términos nutricionales.
Resulta todavía más sorprendente la forma en que continúan las orientaciones: “La investigación también sugiere que la mayoría de los consumidores que compran alternativas a la leche de origen vegetal, manifiestan que lo hacen porque creen que esos productos son más saludables que la leche”.
Al reconocer eso, las orientaciones de la FDA también incluyen una recomendación para las bebidas de origen vegetal, pidiendo añadir una descripción nutricional voluntaria, que señale las diferencias nutricionales con respecto a la leche. El documento incluye los niveles de nutrientes de la leche fluida, establecidos por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) para calcio, proteína, vitaminas A, D, y B12, magnesio, fósforo, potasio y riboflavina, para determinar si una bebida es nutricionalmente distinta de la leche. Si es así, la FDA recomienda describir en la cara principal del producto esa diferencia, por ejemplo: “Contiene una menor cantidad de potasio que la leche”. Sin embargo, esa es simplemente una recomendación voluntaria.
En respuesta a ese borrador, la Federación de Productores de Leche de Estados Unidos (NMPF, por las siglas en inglés de “National Milk Producers Federation”) rechazó la “lógica circular” de la FDA, estableciendo que la falta de respuesta oportuna, para hacer cumplir el estándar de identidad de la leche, ahora justifica su uso como nombre común y habitual. La Federación se comprometió a continuar presionando por un etiquetado veraz. Las orientaciones de la FDA se publicaron apenas unas semanas después de que la NMPF había enviado una reclamación oficial para denunciar la falta de acción de la FDA en ese tema.
En este momento, se están aceptando comentarios a las orientaciones, hasta el 24 de abril.
https://bit.ly/3ZAHv7x
La autora es editora asociada de Hoard’s Dairyman
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