La mejora genética ha sido una estrategia muy eficiente para aumentar la producción y rentabilidad de los establos. También es clave para mejorar la sustentabilidad. El énfasis puesto en salud, fertilidad y eficiencia alimenticia, está reduciendo la huella de carbono en los establos lecheros de Estados Unidos, respaldando la meta propuesta por la iniciativa Net Zero 2050.
Ganancias en productividad y eficiencia
No hay duda de que la industria lechera ha hecho avances increíbles en eficiencia en producción. Las vacas lecheras modernas producen cuatro veces más leche que sus antepasadas en 1945. Eso significa que se necesitan menos animales para cubrir la demanda de los consumidores. Con una población más pequeña y productiva de vacas, se utiliza menos tierra, agua y recursos naturales. También se requieren menos animales de reemplazo. Todo eso ha disminuido la emisión de gases de invernadero por unidad de producción.
Una combinación de mejoras en la genética y el manejo, ha dirigido este desarrollo de forma positiva. En general, la selección genética ha contribuido por lo menos a la mitad de las ganancias en productividad, de acuerdo con João Dürr and Duane Norman.
Tanto la sustentabilidad como la selección genética de los últimos 30 años han ido más allá de la productividad. En Estados Unidos, el Mérito Neto de por vida se introdujo en 1994, para incluir características de tipo y salud como la vida productiva (VP) y calificación de células somáticas (CCS). La reducción de CCS, mediante la selección genética, también mejora el bienestar animal, limita el uso de antibióticos y desechos involuntarios, e incluso habrá un menor número de emisiones de gases de invernadero. Con una disminución de 200,000 células somáticas en el tanque de leche, se reducen un 3% las emisiones de gases de invernadero porque hay menor pérdida en producción, desecho involuntario, y otros gastos variables (Özkan Gülzari et al., 2018).
La mejora en fertilidad reduce las emisiones de metano
También se ha estado seleccionando para mejorar la fertilidad, con la incorporación de la tasa de preñez de las hijas (TPH) en 2003, así como la tasa de concepción en vacas y vaquillas en 2014. A pesar de la correlación negativa entre producción y fertilidad, las tendencias actuales están favoreciendo ambas. Se calcula que una mejora en la tasa de preñez del 19% al 25%, reduce el metano del hato en un 10%, además de representar una ganancia de 49 dólares ($) por vaca por año. Mejorar la tasa de concepción y la detección del estro también ayuda a reducir las emisiones (Garnsworthy, 2004).
Tendencia fenotípica de la producción anual de leche (lado izquierdo en rojo) y tasa de preñez de las hijas o TPH (lado derecho en azul). Tomar en cuenta solamente la producción de leche afectaba negativamente la fertilidad. Con la inclusión de características de fertilidad en las metas de selección, la tendencia de la TPH se ha vuelto positiva. Fuente: www.uscdcb.com
Las vacas más sanas disminuyen la huella de carbono
El bienestar animal es un componente clave en la vigilancia ambiental. En años recientes, se han incluido varias evaluaciones genéticas relacionadas, como la supervivencia para vacas, vaquillas, y la resistencia a enfermedades.
Las evaluaciones del Consejo de Reproducción de Ganado Lechero (CDCB) de Estados Unidos, consideran que los animales muertos en el establo, representan una pérdida de $1,200, en comparación con los vendidos para carne. Esas vacas también incrementan las emisiones en 463 kilogramos de equivalentes del bióxido de carbono por tonelada de leche corregida a grasa y proteína (LCGP). (Mostert et al., 2018).
Las evaluaciones directas para salud están disponibles actualmente para Holstein, Jersey y Pardo Suizo. Los impactos de la enfermedad son bien conocidos: menor producción y fertilidad, mayor uso de antibióticos, menor confianza por parte del consumidor. Los problemas de salud también tienen implicaciones en el medio ambiente. Las vacas con mastitis clínica representan un 6.2% más de huellas de carbono por unidad de leche, en comparación con las sanas, debido a la reducción en producción de leche, leche descartada, mayor intervalo entre partos y desecho involuntario (Mostert et al., 2019). La metritis, desplazamiento de abomaso, cojeras, cetosis tienen un impacto similar (vea el cuadro).
Modificado de Mostert et al., 2018
Incremento promedio de emisiones de gas de invernadero (kgCO2e/ tLCGP) cetosis subclínica (CSB), CSB con otras enfermedades, incluyendo mastitis (MAST), metritis (METR), desplazamiento de abomaso (DA), cojeras (COJ), y cetosis solamente (CETO). Emisiones adicionales resultan de varios impactos de la enfermedad como reducción en producción de leche y leche descartada.
Nuestro trabajo no está terminado
Los resultados en mejora genética producen un avance permanente y acumulativo. Si consideramos estas mejoras desde una perspectiva sustentable, la selección genética para el rango de características disponibles, ha generado vacas más eficientes y sustentables.
Sin embargo, el progreso debe continuar. Habrá más personas para alimentar en el futuro, y se espera que los productores utilicen menos recursos. Podemos crear vacas más sustentables a partir de la característica de Ahorro de Alimento, publicada en 2022 por el CDCB, así como desarrollar nuevas metas que aseguren la reducción en metano.
Se calcula que los establos lecheros contribuyen entre un 1.9% y 2.5% de las emisiones de gases de invernadero de Estados Unidos. La mayor parte es metano entérico. La pérdida de energía neta del metano entérico va del 2% al 12% de la ingestión total de la vaca. La selección genética de vacas más eficientes puede reducir las emisiones.
Para que los productores de leche sean competitivos en el mercado, necesitamos llegar a un buen nivel de eficiencia y vigilancia. La selección genética será una de las herramientas para conseguirlo.
La sustentabilidad tiene tres aspectos, todos deben ser considerados: ambiente, social y económico. La figura muestra algunos ejemplos.
Para profundizar
Más detalles sobre la selección genética y sustentabilidad se presentaron en la reunión del CDCB 2022 Industry Meeting, realizada el 5 de octubre en Madison Wisconsin. La presentación completa en inglés está aquí:
https://bit.ly/3U4TrMh
La autora es miembro del Consejo de Reproducción de Ganado Lechero (CDCB por las siglas en inglés de “Council of Dairy Cattle Breeding”)
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