Casi todos los productores de leche dirán que uno de los momentos más críticos en la vida de una vaca es el período alrededor del parto. Las semanas previas y posteriores al parto han sido investigadas detalladamente. Ese tiempo, conocido como el período de transición, afecta tanto a la vaca como a la vida de la becerra recién nacida.
Una investigación reciente de la Universidad de Cornell analizó la relación entre la dieta preparto de una vaca y el calostro que produce. Cuatro decisiones nutricionales se relacionaron con la cantidad y calidad del calostro: proteína cruda, niveles de almidón, diferencia de cationes y aniones en la dieta (DCAD) y tamaño de partícula.
En la investigación se incluyeron 19 establos de Nueva York. Las vaquillas de primer parto alimentadas con dietas preparto que contenían menos del 13.5% de proteína (en base a materia seca) tuvieron la mayor producción de calostro. Por el contrario, las vacas en su segundo parto o posteriores, produjeron más calostro cuando el nivel de proteína estaba entre el 13.6% y el 15.5%. La calidad no se vio afectada por el nivel de proteína.
Según un artículo escrito por Rick Grant en el boletín del Instituto Miner, un contenido de almidón entre el 18.6% y el 22.5% del total de materia seca de la ración estuvo relacionado con una mayor producción de calostro.
"El porcentaje de Brix del calostro fue mayor para las vacas primíparas alimentadas con menos almidón en la dieta, aunque la calidad del calostro en las vacas de más edad, no se vio afectada significativamente por el almidón en la ración", explicó el especialista.
Las dietas con DCAD se han vuelto bastante comunes en los establos lecheros. Las dietas con un DCAD más bajo estuvieron relacionadas con un calostro de menor calidad. Estas dietas también redujeron la producción de calostro. Dicho esto, Grant advirtió que otros factores, como la menor ingesta de materia seca en las dietas con DCAD, podrían afectar los niveles y la calidad del calostro.
Finalmente, analizaron el tamaño de las partículas. "En dietas con más paja, el tamaño de las partículas es un factor clave que debe ser evaluado, porque demasiadas partículas largas, retenidas en la malla superior de la Caja Separadora de Partículas de la Universidad Estatal de Pensilvania, conducen a la selección y pueden afectar la ingestión de alimento", continuó Grant. Las dietas que retuvieron entre el 15.3% y 19.1% en la malla superior tuvieron la menor producción de calostro.
Grant advirtió que se necesita más investigación para determinar la mejor longitud de partícula y equilibrar la salud de las vacas, así como la producción de calostro. También alentó a los lectores a considerar que este trabajo se realizó en hatos con 620 a 4,600 vacas y puede que no se aplique directamente a todos los tipos y tamaños de establos.
"Sin embargo, este estudio ayuda a priorizar los factores nutricionales clave que parecen afectar la calidad y la producción de calostro", concluyó Grant.
La autora es productora de leche en Kansas, Estados Unidos.
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