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La proteína animal gana en cantidad y calidad

por Katelyn Allen


A menudo, la proteína se considera el nutriente que distingue a los productos de origen animal. Fundamental para construir músculos y respaldar la actividad física, la proteína es necesaria para que podamos llevar a cabo nuestras tareas diarias y disfrutar de la vida.

Sin embargo, no todas las proteínas se crean igual. Sus unidades fundamentales, los aminoácidos, varían en biodisponibilidad, es decir, en cuánto puede realmente aprovechar el cuerpo para construir músculos. Un estudio realizado en la Universidad de Purdue encontró que la proteína de productos de origen animal proporciona aminoácidos que están más biodisponibles que los presentes en una porción equivalente de proteínas vegetales.

En la investigación, 30 adultos jóvenes y 25 adultos mayores completaron cada uno cuatro pruebas individuales separadas por al menos tres días. En dos de las pruebas, consumieron 60 gramos equivalentes de proteína de origen animal (lomo de cerdo magro y huevos revueltos), y durante las otras dos pruebas, consumieron 60 gramos equivalentes de proteína de origen vegetal (frijoles negros y almendras).

Las porciones equivalentes se describen en las Recomendaciones para la Dieta en Estados Unidos, relacionando alimentos de referencia con un contenido nutricional similar. 30 gramos equivalentes es igual a 30 g de carne, un huevo, un cuarto de taza de frijoles o 15 g de nueces.

Los investigadores de la Universidad de Purdue tomaron muestras de sangre de los participantes del estudio antes de comer y, más tarde, a intervalos regulares, hasta cinco horas después de la comida, para medir la biodisponibilidad de los aminoácidos esenciales, así como los niveles de azúcar en sangre y la insulina.

El hallazgo principal fue que se encontraron más aminoácidos en el torrente sanguíneo de los participantes después de consumir comidas con proteína animal que después de consumir comidas con proteína vegetal. Aunque los tamaños de las porciones en este estudio fueron más pequeños de lo que generalmente se consume, esto significa que la proteína de productos de origen animal se descompone más fácilmente en el cuerpo humano, lo que la hace útil para la construcción de músculos. Esto se suma al hecho de que el cerdo magro y los huevos contenían para comenzar más proteína total que los frijoles y las almendras.

El estudio también encontró que no había diferencias en la biodisponibilidad de aminoácidos entre adultos jóvenes y mayores. El cerdo magro resultó en una mayor biodisponibilidad que los huevos, pero no hubo diferencia entre los frijoles y las almendras.

Si bien una dieta variada es importante para satisfacer las necesidades nutricionales del cuerpo, también lo es consumir alimentos que el cuerpo pueda convertir efectivamente en energía. En el caso de la proteína, los productos de origen animal lo hacen mejor. Una fuente de alimentos densos en nutrientes y biodisponible marca la mayor diferencia para ayudar al cuerpo a alimentarse por sí mismo.

La autora es editoria asociada de Hoard’s Dairyman.


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