Si el precio de la leche está bajo y los costos se han elevado, 2023 podría ser un año de pocas utilidades para los productores de leche.
“Se trata de un desafío importante para muchos de los productores”, dijo el especialista de la Universidad de Minnesota, Jim Salfer, en un panel sobre la mejora de márgenes de utilidades con sus colegas Fred Hall y Jennifer Bentley durante el podcast de I-29 Moo de la Universidad, en el episodio intitulado: “Manejo del establo con bajos precios de leche”.
Salfer compartió que los productores le han estado preguntando acerca de estrategias para hacer más rentable el establo. Los tres expertos lanzaron algunas ideas sobre cómo los establos pueden conseguir una mejor situación financiera.
Hall, especialista en producción de leche de la Universidad Estatal de Iowa, señaló que, si los precios no tienen un panorama favorable, los establos deben comenzar a planear qué pueden hacer. Un área para evaluar cuidadosamente son los costos de alimento.
Muchos establos ofrecen una sola ración totalmente mezclada para todas las vacas. Es verdad que eso puede deberse a problemas con la mano de obra o el tiempo, pero tal vez es tiempo de repensar esa estrategia.
“Las vacas recién paridas necesitan todas las golosinas para hacer leche”, dijo. Cuando ya están en la segunda mitad de la lactancia, se pueden retirar algunos aditivos. O tal vez, pueda encontrar productos disponibles localmente que disminuyan el costo de la ración. Animó a los productores a hablar sobre estos temas con su nutricionista.
Hall estuvo de acuerdo en que el final de la lactancia es el sitio adecuado para recortar costos, nunca el inicio. “No queremos poner en peligro el pico de producción de las vacas”, dijo. “Si recortamos costos de alimento y baja el pico de producción, estaremos dañando nuestros ingresos”.
Bentley, especialista de la Universidad Estatal de Iowa, señaló la importancia de minimizar la merma de alimento. Las pérdidas por merma pueden ser difíciles de calcular, pero sabemos que son caras.
También añadió que es un buen momento para revisar los registros del hato.
“El precio de la carne en el mercado está en un buen momento”, afirmó. “Evalúe las vacas que están produciendo leche. Tal vez, algunas sean menos útiles y podrían destinarse a otro sitio”.
Haciendo números, Salfer dijo que cuando los precios de alimento están bajos, una vaca puede pagar por su comida si produce entre 13 y 16 kg de leche. En el mercado actual, la vaca debe por lo menos producir entre 18 y 23 kg de leche para cubrir su alimento y tal vez otros gastos. “De verdad debemos pensar cómo queremos manejar a estas vacas”, dijo Salfer.
Los expertos también hablaron de la densidad del corral. Salfer dijo que, aunque algunos establos pueden manejar un exceso de animales en el corral, muchos podrían tener más vacas de las que deberían. No es posible darse el lujo de afectar la producción a nivel de hato, manteniendo demasiadas vacas, aferrándose a animales de baja producción.
“Realmente depende del tipo de instalaciones. Usted no quiere sacrificar el confort y la salud de las vacas con la aglomeración”, añadió Bentley.
Hall señaló que en todo caso la aglomeración podría funcionar mejor para vacas al final de la lactancia. “Nunca debemos tener amontonadas a las vacas recién paridas, en transición o de primera lactancia. Eso afectará la producción muy rápidamente”, explicó.
Salfer mencionó que algunos establos también están revisando más cuidadosamente su inventario de vaquillas. “Las vaquillas son una coladera para el dinero”, afirmó. Algunos establos no deberían tener vaquillas de más, especialmente si están comprando alimento para mantenerlas.
Hall y Bentley también apuntaron que las becerras y vaquillas que deben recibir algún tratamiento probablemente no alcanzarán su potencial completo como vacas en producción. Es mejor desechar a esos animales. Con las herramientas de toma de decisiones de genómica y otras opciones como la inseminación con semen lechero o de carne, los establos tienen más posibilidades de manejar su inventario de vaquillas.
“Los productores se están dando cuenta que no deben quedarse con todas las vaquillas”, señaló Bentley.
Finalmente, el grupo enfatizó la importancia de cuidarse a sí mismo, la familia y los empleados cuando las circunstancias son poco favorables. “Si no nos cuidamos a nosotros mismos, no podemos cuidar a nuestros animales”, concluyó Bentley.
La autora es editora de Hoard’s Dairyman
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