La debilidad muscular difiere de otras condiciones recesivas
por Katelyn Allen
En décadas recientes, los productores de leche, y especialmente los criadores de ganado Holstein, se han familiarizado con el concepto de genes recesivos y haplotipos. Aunque puede tomar tiempo descubrirlos, es bastante sencillo tenerlos en cuenta dentro de un programa de reproducción, si se tienen fenotipos claros, pruebas accesibles y una comprensión de su desarrollo.
Las investigaciones están ayudando a detectar la debilidad muscular precoz, o lo que también se ha llamado “síndrome del becerro débil”. Todavía hay muchos factores complejos y desconocidos que distinguen esta condición de otras patologías recesivas descubiertas anteriormente. Para empezar, la expresión fenotípica puede variar ampliamente entre los animales afectados.
“El signo principal es que estas becerras se ven perfectamente normales excepto por el hecho de que no pueden pararse”, describió Chad Dechow en un seminario en línea de Hoard’s Dairyman. El especialista en genética continuó explicando que, a veces, las becerras no pueden pararse desde el nacimiento, en otras ocasiones pueden estar bien durante unos días y después echarse, o bien, pueden no ser capaces de pararse en un principio, pero después se recuperan. Si la condición está presente, se manifestará en algún momento durante las primeras semanas de vida. “En esos casos, todavía hay mayor variación y se vuelve confuso determinarla”, explicó el profesor de genética de la Universidad Estatal de Pensilvania que se encuentra también realizando investigaciones acerca de esta condición.
Al doctor Dechow le pidieron evaluar un establo donde había varias becerras que no se paraban. Después de examinar todas las variables metabólicas, los veterinarios le pidieron revisar si podría ser un problema genético. Después de hacer una genotipificación extensa de las becerras afectadas y sus hermanas normales, encontraron una región de dos millones de pares de bases en el cromosoma 16 que habían mutado. Sin embargo, esta mutación no se expresa el 100% de las veces en las portadoras.
“Tuvimos evidencia de que esto no era tan simple como otras condiciones genéticas recesivas”, explicó Dechow. Al contrario, la mutación expresa penetrancia incompleta. Lo comparó a inseminar una vaca Holstein Rojo y Blanco con un toro Holstein Rojo y Blanco, y solamente obtener un becerro Rojo y Blanco el 80% de las veces.
“Básicamente, la penetrancia incompleta significa que tiene la genética que subyace la condición, pero por alguna razón, no todos los individuos la expresan. Y no sabemos por qué pasa eso. Hemos revisado mucho, pero no hemos encontrado evidencia de otros genes involucrados hasta el momento”, continuó.
Eso también contribuye a explicar por qué las becerras afectadas expresan la condición de forma distinta. En general, la mutación previene la formación correcta de los canales de calcio en las células del músculo. Sin calcio suficiente, el músculo no puede contraerse y conseguir que el animal se levante. Cuando la mutación se expresa de forma distinta, puede afectar en grados distintos a los canales de calcio.
Dechow compartió que la ocurrencia de esta mutación en la raza Holstein puede estar cerca del 5%. Pero como la becerra necesita dos copias para tener la condición, solamente dos o tres becerras de cada 1,000 serán homocigóticas. Y solamente una de esas dos becerras expresará la condición de alguna forma.
Sin embargo, la mutación está concentrada en ciertas familias de vacas, así que no afectará igual a cada establo. Para evitarlo, los productores ahora tienen acceso a las pruebas genómicas. “En este punto, todas las compañías vendedoras de semen están probando a sus toros para descubrir esta mutación”, dijo Dechow. Evitar el uso de toros portadores es la mejor forma de limitar la diseminación, pero si uno de esos toros es deseable por otras razones, Dechow aconsejó probar a las hembras para evitar cruzamientos homocigóticos.
Todavía hay mucho que aprender sobre la debilidad muscular de aparición precoz. Pero evidentemente, los productores ahora tienen herramientas para tomar precauciones en sus decisiones de cruzamiento y mejorar la crianza de becerras, para evitar ese problema en su hato y limitar el daño en la industria ganadera.
Usted puede escuchar la presentación en inglés aquí:https://hoards.com
La autora es editora asociada de Hoard’s Dairyman
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