La leche y los productos lácteos están asociados con muchos beneficios de salud, incluyendo la reducción en el riesgo de diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares. Mientras que la leche a veces es revisada por su contenido de grasa saturada, la buena noticia es que hay reportes emergentes de investigación que respaldan que la leche es buena, a todos los niveles de grasa, en los patrones sanos de comida.
Por años, las guías dietéticas se enfocaron a limitar la ingestión de alimentos altos en grasa. Sin embargo, nutricionistas y médicos han empezado a entender que no todas las grasas dietéticas son iguales. Las investigaciones siguen comprobando que el consumo de leche, queso y yogurt, no está asociado con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares. Incluso, en algunos estudios se demuestra que el consumo de productos lácteos, con toda su grasa, puede reducir ese riesgo.
Respaldada por la ciencia
Un ejemplo es un estudio publicado en la revista médica The Lancet, que dio seguimiento a más de 136,000 adultos en 21 países, el estudio relacionó el alto consumo de productos lácteos con el riesgo reducido de enfermedades cardiovasculares e infartos. Otros estudios, como uno publicado en Obesity Reviews en 2018, mostró que las grasas saturadas en los productos lácteos están asociadas con el riesgo reducido de enfermedades crónicas.
Los expertos en nutrición están de acuerdo en que la calidad de la dieta total es más importante que las cantidades de un solo nutriente. Las investigaciones demuestran que la sinergia en los nutrientes en la composición de la comida, provee beneficios que van más allá de los nutrientes aislados y que la mezcla de alimentos completos, comidos al mismo tiempo, de todos los grupos alimenticios – incluyendo leche, verduras y frutas – provee mayores beneficios a la salud que la suma de sus partes.
Juntos, estos hallazgos indican que la estructura única de los nutrientes encontrados en los productos lácteos – incluyendo leche entera, queso y yogurt – son una parte importante de los patrones sanos de consumo de alimentos, respaldando la salud óptima y reduciendo el riesgo de enfermedades crónicas.
A medida que las recomendaciones dietéticas y los patrones de comida cambian, es esencial considerar la calidad general de los nutrientes en los alimentos, incluyendo los productos lácteos y cómo interactúan esos nutrientes con otros alimentos para tener un impacto positivo en la salud.
Junto con su planta pasteurizadora, las familias de los productores de leche, pueden ayudar a reafirmar el papel de la leche entera, y de la leche reducida en grasa, en los patrones sanos de consumo de alimentos, compartiendo investigaciones científicas en sus propias comunidades.
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