Boletín Hoard's Dairyman en español


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Un minuto de retraso son tres kilos menos

por Katelyn Allen




En la sala de ordeño no se tarda mucho en aprender la importancia de proporcionar suficiente estimulación en ubre y pezones para lograr la bajada de la leche. Si eso no sucede, ocurre lo que llamamos flujo bimodal.

“El flujo bimodal sucede cuando no estimulamos (a la vaca) el tiempo suficiente y no esperamos a que la oxitocina llegue desde la hipófisis posterior después de estimular los pezones, simulando el amamantamiento de la becerra”, explicó Roger Thomson en el seminario en línea de Hoard’s Dairyman de noviembre.

Continuó describiendo los dos “modos” de ordeño bimodal. “Cuando transgredimos la fisiología de la vaca, terminamos obteniendo un poco de leche que sale al principio – ese es un pre ordeño de leche que se encuentra en la cisterna de la ubre – después se detiene, y más tarde baja la leche como consecuencia de la oxitocina liberada”, dijo el veterinario. Thomson ha realizado investigaciones extensas en el tema con su equipo de la Universidad Estatal de Michigan. Ellos notaron que, en el ganado, entre el 80 y 90% de la leche almacenada en la parte glandular de la ubre requiere oxitocina para bajar.

El periodo sin flujo se alarga cuando queremos apresurar el ordeño. Los hatos más grandes, con grandes salas de ordeño, vistos recientemente, no son necesariamente un problema en ese sentido, dijo Thomson. “El problema es cuando tenemos urgencia o requerimos ordeñar a las vacas más y más rápido. Terminamos comprometiendo los pasos para preparar a la vaca: la estimulación, tiempo de espera y después la colocación de la unidad”, advirtió.

Tres kilos sin bajar

Un retraso en la bajada de la leche tiene influencias significativas sobre la salud de la ubre, así como la producción de leche. La presión del vacío sobre el pezón cuando no fluye leche puede dañar la punta del pezón, y con una bajada incompleta, las vacas regresan al corral con leche residual en las ubres. Eso puede abrir la puerta de infecciones en pezones y glándula mamaria.

Thomson también explicó que entre más se retrasa la bajada de la leche, más leche se pierde en ese ordeño, ya que no se libera de la glándula. De hecho, encontraron que un minuto de retraso en la bajada de la leche hace que se pierdan tres kilos diarios de producción.

El ordeño bimodal es mucho más dañino que perder tiempo en la sala de ordeño, concluyó.

Para ver el seminario en línea en inglés puede entrar a la web de Hoard’s Dairyman

https://bit.ly/3rx9Ttk


La autora es editora asociada de Hoard’s Dairyman



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