Boletín Hoard's Dairyman en español


Mirando a fondo el alojamiento en grupos

por Katelyn Allen




Alojar a las becerras en grupos puede sonar como un salto en el vacío, lejos de la seguridad de las corraletas individuales, por mucho tiempo consideradas el parámetro de referencia para prevenir la transmisión de enfermedades. Pero, igual que en una piscina, la técnica adecuada, junto con mucha práctica, puede hacer que la novedad se vuelva cómoda.

Tres establos que han trabajado duro afinando sus estrategias de alojamiento en grupo, ofrecieron un panel de discusión durante la Western Dairy Management Conference. Compartieron sus mejores prácticas de manejo, que seguramente sonarán familiares para los criadores en cualquier clase de alojamiento: limpieza, ventilación y buenos empleados. En otras palabras, no pierda de vista lo fundamental.

Aire fresco, becerras saludables

Este consejo lo ofreció Pam Selz-Pralle, que cría 300 becerras Holstein cada año, en grupos de cuatro. Aunque su familia encontró que construir un corral con alimentadores automáticos sería muy caro, ella igual quiso las ventajas de una instalación que proveería aire fresco a las becerras, y donde sería fácil trabajar.

“El aire más importante está en los 20 centímetros enfrente de la nariz de la becerra”, según Selz-Pralle. Así que instaló ventilación a presión para un cambio completo de aire cada seis minutos. Eso ha disminuido drásticamente los casos de neumonía que veían anteriormente en las corraletas individuales, y Selz-Pralle dijo que actualmente hay una tasa de tratamientos de menos del 1%.

Rickreall Dairy en Oregon también ha gastado menos en tratamientos, desde que pasó a un corral en grupo, ventilado y con alimentadores automáticos, y dejó atrás las casetas de madera, dijo Nate Kazemier. Con más especio por becerra y un sistema todo adentro/todo afuera, las becerras están más saludables y mantienen una ganancia de peso entre 725 y 900 gramos diarios en promedio. La edad al primer parto se redujo 85 días, y la producción en la primera lactancia ha aumentado 250 Kg, continuó.

Evitando la enfermedad

Para muchos, la preocupación principal del alojamiento en grupo es la probabilidad de diseminación de enfermedades, pero instalaciones limpias y equipo adecuado limitan ese problema, de la misma forma que lo hacen en casetas individuales. Selz-Pralle explicó que sus alimentadores se limpian después de las dos comidas diarias, incluyendo el cepillado de chupones, para prevenir tanta contaminación como sea posible. Aunque no todos los establos lo hacen, ella cree que es un paso importante en su sistema.

En el establo Green Point en Michigan, las becerras invierten sus primeros 5 o 7 días en casetas individuales antes de ser alojadas en pares hasta los 20 días, luego grupos de 4 y finalmente grupos de 8 en el destete. El paso final es un corral de 50 becerras para empezar la siguiente etapa. Brent Moyer admite que mantener la limpieza puede ser un desafío con todas estas transiciones, pero han progresado gracias a su equipo. Un consejo que le transmitió un vecino productor fue que pusiera olotes en una zanja debajo de las casetas de becerras. Después bastante paja encima de los olotes, eso ayuda a que retengan mucha humedad de la que se producen en los corrales. Después de cada grupo, limpian y reemplazan todo.

Tanto Moyer como Kazemier dijeron que no tienen problemas de amamantamiento cruzado en los grupos, Selz-Pralle dijo que tiene muy pocos. Recomendó utilizar chupones con control para asegurarse que las becerras están comiendo durante unos cinco minutos cada vez. Eso les quita la necesidad de amamantarse, dijo.

Un buen equipo

Finalmente, un individuo o equipo comprometido en la salud de las becerras es muy importante, especialmente cuando se utilizan alimentadores automáticos y las personas no están involucradas directamente en darles la leche a las becerras. Los encargados de alimentar a las becerras deben ahora ser capaces de tener una visión más amplia que les permita evaluar el bienestar, crecimiento y cuidado de las becerras.

Moyer notó que un sistema como el suyo puede no funcionar para todos, y solamente tendrá éxito con las personas adecuadas. “Hay que tener las personas correctas y el equipo correcto”, dijo.

La autora es editora asociada de Hoard’s Dairyman.


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