El contenido de almidón en el ensilado de maíz, es clave para su calidad e influye en la posibilidad de balancear una ración eficiente, en términos de costo/beneficio, que incremente la producción de leche. Este valor depende de muchos factores, pero sobre todo es el resultado de las condiciones de humedad que establecen la proporción de maíz y forraje.
Cada año, los productores y asesores buscan con anticipación los primeros resultados del laboratorio que les muestren el contenido de almidón. Además de la humedad, el almidón es quizá el nutriente más vigilado en los análisis de ensilado de maíz.
Como laboratorio, recibimos muchas quejas y preguntas sobre el nivel de almidón en el ensilado de maíz, más que para cualquier otro análisis. Estas preocupaciones no están enfocadas en una dirección en particular, a veces es el almidón demasiado bajo, demasiado alto, o inconsistente en los resultados a lo largo del tiempo. A continuación, espero ofrecer cierta perspectiva sobre este tema.
El análisis de almidón en el laboratorio no es particularmente difícil y se hace de forma rutinaria en muchos laboratorios que dan servicio a establos lecheros en Estados Unidos. El valor promedio de almidón para las muestras de ensilado de maíz en nuestro laboratorio, Cumberland Valley Analytical Services (CVAS), es de 33.3%, con un rango de una desviación estándar (66% de las muestras) entre 26.8% y 39.8%. También los datos de laboratorio, publicados por la cooperativa Dairy One, muestran un 33.3% en promedio, con casi el mismo rango de desviación estándar (principalmente con los datos de la cosecha de 2019).
Los valores promedio para un laboratorio no cambian mucho de un año a otro, dentro de la misma región. Las diferencias significativas entre los años de cosecha, tienen relación con las condiciones locales, geografías específicas e incluso campos.
Cuando se le pregunto a Kyle Taysom, director de Dairyland Labs, “¿Cómo se ve el almidón este año? respondió “promedio y muy variable como en cualquier otro año, ¡cada uno debe hacer pruebas en su ensilado para saber cómo está!” Los valores promedio de almidón en los años recientes, obtenidos por el CVAS no cambian, como podemos ver en el cuadro:
La mayoría de los análisis de almidón en el ensilado de maíz se hacen por espectroscopía de rayos infrarojos cercanos (NIR). Hay desconfianza respecto a los análisis NIR del almidón porque se considera que no necesariamente ofrece resultados exactos. Sin embargo, nuestro trabajo de muchos años muestra que el almidón es uno de los nutrientes mejor predecidos mediante la tecnología NIR.
Las estadísticas de calibración NIR para almidón en ensilado de maíz son buenas (R2=0.98, SECV=0.84) y una prueba del modelo NIR contra muestreo rutinario mostró un buen desempeño también (R2=0.94, RMSE=1.32). El resultado final es que NIR generalmente no es el culpable, cuando el almidón varía considerablemente con respecto a lo esperado.
El muestreo es una preocupación
El mayor reto para obtener valores de laboratorio que reflejen el ensilado de maíz que se está probando, está en el muestreo. Esta afirmación podría sonar como una respuesta vieja y fuera de moda, pero es la verdad.
La toma de muestras ya sea del material original en el establo, o de submuestras en el laboratorio ha demostrado ser la mayor fuente de errores. En una muestra de 100 gramos, que es a menudo la cantidad que se seca y muele para hacer la prueba en el laboratorio, añadir o sustraer el equivalente a 15 granos de maíz ¡puede cambiar el valor del almidón en más de un 2%!
Cuando me cuestionan diciéndome que el valor del almidón en el resultado de los análisis está mal, generalmente empiezo por preguntar cómo está la fibra detergente neutro (FDN) y si ese valor también parece estar mal. Si hay un problema con el valor del almidón, entonces generalmente hay un acuerdo de que la FDN parece declinar en la dirección opuesta.
Eso nos lleva a la raíz del problema del muestreo, y a la relación entre grano y forraje en la muestra obtenida. Como hay una relación complementaria entre los nutrientes en una muestra típica de ensilado de maíz, puede estimar el almidón a partir de una relación con los otros nutrientes.
La siguiente ecuación le permite revisar su almidón contra otros nutrientes en un rango de +/- 2.5 unidades: Almidón = 89.4-1.48 (Proteína cruda) – 1.03 (aFDN) – 0.678 (ceniza); (fuente: CVAS, 2016).
Son necesarias varias muestras
Cuando pida análisis de laboratorio para el ensilado de maíz no confíe en una sola muestra. Haga pruebas regularmente y consiga que el valor del almidón se vuelva un promedio entre varias muestras. Si un valor parece incorrecto o no es consistente con lo que ha obtenido de muestras anteriores, tome otra muestra para confirmar que realmente hubo un cambio.
Que el laboratorio vuelva a hacer la prueba sobre la misma muestra no es el mejor enfoque. Si el problema estuvo en el muestreo, tendrá los mismos resultados, porque el material es el mismo.
Cuando obtenga muestras en el establo, llene la bolsa con la muestra más representativa posible. Esto limita la oportunidad para tener un error del laboratorio. No envíe más material del necesario para el análisis. Entre más submuestras deba tomar el laboratorio, a partir de una cantidad más grande de material, hay más posibilidades de error.
El contenido de almidón en el ensilado de maíz define significativamente su valor. Tener una comprensión exacta del almidón respalda el desarrollo del almidón y representa una oportunidad económica. Invierta tiempo para lograr un muestreo adecuado, hágalo frecuentemente para observar las variaciones reales y comuníquese con su laboratorio si tiene dudas sobre los resultados.
Para más información sobre el procedimiento correcto para la toma de muestras le recomendamos el artículo “Desarrolle un plan bien pensado para tomar muestras del alimento” por Steve Martin del numero de enero 2021 de nuestra revista Hoard’s Dairyman en español, disponible en digital o impresa.
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