Boletín Hoard's Dairyman en español


El estrés calórico representa más que baja producción de leche

por Maggie Gilles




En algunas zonas este mes aún presentará altas temperaturas que continuarán provocando estrés calórico. Afortunadamente, existen estrategias que pueden ayudar a disminuir esos riesgos y limitar sus efectos a largo plazo.

“Muchos productores de leche observan un incremento en sus cuentas de células somáticas (CCS) en el hato de ordeño, durante los meses de verano y otoño”, dijo Amber Yutzy y agregó: “Frecuentemente vemos un decremento en producción de leche debido a que las vacas se quedan paradas o echadas más tiempo del debido en las áreas más frescas, en vez de estar alimentándose en el comedero”.

El estrés calórico causa picos en las hormonas del estrés circulantes que interfieren con el efecto del sistema inmune sobre las bacterias. A su vez, las células somáticas son menos capaces de proteger contra la mastitis.

“La mastitis ambiental y el calor del verano causan pérdidas económicas en su hato, pero el efecto de ambos puede ser reducido con prácticas de manejo simples”, escribió Yutzy.

La educadora de la Universidad Estatal de Pensilvania compartió algunos consejos para los productores.

Mantenga las áreas de cama limpias y secas. El calor provee las condiciones ideales para la contaminación bacteriana de las camas.

Maneje apropiadamente los ventiladores y los rociadores. Una de las claves más importantes para mantener las camas limpias y secas es colocar los ventiladores y los rociadores de tal forma que las camas queden protegidas y que las vacas no estén demasiado mojadas justo antes de echarse.

Control de moscas. La importancia de este factor es su influencia en la diseminación de la mastitis. El control de moscas corta un vector importante de la transmisión de la enfermedad.

El entrenamiento de los ordeñadores. Esto por sí solo no previene los casos de mastitis, pero la detección temprana y el tratamiento apropiado mantiene a las bacterias a raya.

Provea agua fresca. “Las vacas toman alrededor de 50% más agua cuando la temperatura está por encima de 27º C. Ellas necesitan agua para enfriarse, incrementando su respiración y transpiración”, dijo Yutzy.

“Implementar mejores prácticas para manejar el estrés calórico no sólo ayuda a reducir la incidencia de mastitis, sino que también colabora incrementando la producción y la rentabilidad”, concluyó Yutzy.

La autora es editora asociada de Hoard’s Dairyman.


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