Recientemente tuvimos una vaquilla recién parida de dos años de edad, con una ubre que se veía bien, pero no podía dar leche de ninguno de los pezones. Le pusimos una cánula en la punta de los pezones, pero no daba leche de ninguno de ellos. ¿Qué provocó esto? ¿Hay algo que podríamos haber hecho?
Illinois, M.G.
Es una ocurrencia bastante rara tener una vaquilla recién parida con un cuarto ciego, pero que los cuatro cuartos estén afectados de esa forma es realmente muy mala suerte. También es una lástima porque, francamente, el problema a menudo no tiene solución. Ordeñar un animal con sólo tres cuartos es una cosa, pero el valor económico de un individuo con varios cuartos ciegos es prácticamente nulo.
Si no baja la leche de uno o varios pezones en el parto en una vaquilla (o en una vaca adulta, sería el mismo problema), el primer punto es establecer a qué nivel está la obstrucción y qué tan extenso o grueso es el tejido que causa el problema.
En una vaquilla es de gran importancia también verificar primero si se produjo calostro a partir del cuarto del que la leche no puede salir. Tradicionalmente, se consigue con inspección visual y palpación, pero hay enormes beneficios de un examen mediante ultrasonido tanto de los pezones como de la glándula mamaria de vaquillas con este problema.
El examen por ultrasonido nos permite confirmar la estructura glandular normal, pero todavía más importante, podemos visualizar la parte superior de la cisterna del pezón y su unión con la cisterna glandular.
Algunas vaquillas con este problema tendrán un pezón que permita pasar una cánula casi al nivel de la unión del pezón y la glándula, pero no más allá. Otras podrían tener obstrucciones dentro de los pezones en sí.
A menudo, el problema se presenta debido al amamantamiento cruzado cuando se alojan las becerras en grupos. Eso podría haber introducido la infección y dañado la glándula inmadura, formando una porción de tejido fibroso que ahora separa la cisterna del pezón de la glandular. El ultrasonido permite visualizar qué tanto tejido está creando esa separación, y si el tejido glandular parece normal y está “bien conectado” más profundamente al pezón.
En algunas ocasiones, será solamente una membrana delgada que puede punzarse con instrumental (generalmente con sedación en una vaquilla), y si el resto del tejido glandular es normal, y el pezón en sí no está dañado, el pronóstico es bueno. Sin embargo, muchas veces hay una cantidad sustancial de tejido obstaculizando, comprometiendo mucho más la conexión entre cisternas. Incluso si esto lograra removerse para que hubiera algo de flujo de leche inicialmente, típicamente se vuelve a cerrar después de pocos días y/o la glándula afectada presenta mastitis con lo que se agrava el problema.
El hecho es que esta vaquilla tuvo las cuatro glándulas afectadas de forma similar, por lo que también podría tratarse de un problema congénito, no relacionado con el amamantamiento cruzado, pero no tenemos información de esa condición en razas lecheras. Si los pezones son normales y hay un desarrollo simétrico de la ubre, entonces la mastitis sería el factor desencadenante, y el amamantamiento cruzado sería la explicación más posible y común para uno o más cuartos ciegos.
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