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La rapidez es crucial para la calidad del calostro

por Katelyn Allen


Calidad, cantidad, rapidez, reluciente de limpio y medido: Son los cinco puntos importantes, según Sandra Godden de la Universidad de Minnesota, que sirven como guía para aplicar eficientemente la herramienta más importante que tiene un establo para prevenir enfermedades en becerras: el calostro. Mantener el equipo reluciente de limpio y proporcionar una cantidad adecuada de calostro significa que los empleados encargados del corral de maternidad y las becerras deben hacer un trabajo excelente. La calidad del calostro y el resultado de la transferencia de inmunidad pasiva dependen también de un factor humano: la rapidez con que se cosecha y suministra el calostro proveniente de la madre.

Hayley Springer habló de ello durante un seminario de la Universidad estatal de Pensilvania. “A menudo hablamos sobre dárselo rápido a la becerra, y eso es importante”, dijo la veterinaria extensionista. “Pero también es importante no ser negligentes en el otro lado de la rapidez, que implica ordeñar rápidamente a la madre”.

Subrayó que, entre más tiempo pasa después del parto, tanto la calidad del calostro de la madre como la capacidad de la becerra para absorber anticuerpos disminuye.

Springer explicó que la capacidad de absorción de la becerra se puede entender como un porcentaje del pico de absorción de la IgG sérica ubicado en la hora cero después del nacimiento. Inmediatamente después del parto, la becerra puede absorber el 100% de las IgG. Cuatro horas más tarde ha bajado al 89%, ocho horas después, hasta el 70%. Para el momento en que la becerra tiene 12 horas de nacida, solamente absorberá el 53% de IgG.

“Esa becerra solamente está obteniendo un 50% de lo que podría haber conseguido dándole el calostro inmediatamente”, enfatizó Springer.

Lo mismo pasa con la madre. Enseguida del parto, el calostro tiene una calidad del 100%. En otras palabras, es lo mejor que se puede conseguir. Este nivel específico, por supuesto, varía entre individuos, pero inmediatamente después del parto es cuando tiene la mayor calidad posible.

A las seis horas, la calidad ha disminuido al 83% con relación a ese valor inicial, a las 10 horas estará en 73%. Cuando hayan pasado 14 horas después del parto, la calidad será solamente de dos tercios (67%).

Si se combinan esas reducciones en calidad y capacidad de absorción del calostro, se puede hacer muy difícil que una becerra obtenga la inmunidad necesaria para combatir patógenos. “Así que, ya sea que hablemos de la becerra o de la vaca, queremos asegurarnos de que el calostro se maneje rápidamente”, enfatizó Springer.

El autor es editor de Hoard’ Dairyman.



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